En los últimos meses, los consumidores mexicanos han sido testigos de un marcado incremento en el precio del limón, alcanzando casi los 80 pesos por kilogramo. Esta situación ha generado preocupación, ya que esta fruta es un ingrediente esencial en la cocina mexicana y se utiliza en una amplia variedad de platillos y bebidas.
Además del limón, también se ha registrado una escasez de mandarina en algunos lugares de México. Los pocos establecimientos donde se puede conseguir este cítrico han aumentado sus precios a niveles poco accesibles para la mayoría de los consumidores, alcanzando entre 120 y 150 pesos por kilogramo.
Según los aportes del presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Ciudad Juárez, Rogelio Ramos estos problemas están directamente relacionados con la obstrucción del mercado por parte de grupos criminales.
Estos grupos, que se dedican al narcotráfico y otras actividades ilícitas, han comenzado a interferir en la cadena de suministro de frutas y verduras, dificultando la distribución y elevando los precios.
La falta de seguridad en las zonas de producción y transporte agrava aún más la situación. Los agricultores y transportistas se enfrentan a amenazas y extorsiones por parte de estos grupos criminales, lo que dificulta la entrega oportuna de los productos agrícolas a los mercados y tiendas.
Ante esta problemática, organizaciones como la Canaco en Juárez han instado a las autoridades a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad en la cadena de suministro de alimentos.
Esto incluye el fortalecimiento de la seguridad en las zonas de producción, así como la implementación de estrategias de vigilancia y combate a los grupos criminales que están afectando el sector.
Los consumidores mexicanos esperan con ansias una pronta solución a esta situación, ya que el incremento en el precio del limón y la escasez de mandarina están afectando su economía familiar y limitando su acceso a productos básicos.