Pasan las 10:00 de la mañana, y mientras cuatro veladoras amenazan con apagarse entre los escombros que quedaron por el incendio registrado el pasado lunes en la colonia México 68, cuatro menores llegan a buscar a “Juanito” y a Vanessa, víctimas de este incidente.
“Eran nuestros amigos, siempre jugábamos con ellos a la bicicleta o a la pelota”, expresó uno de los menores quien se asomaba por la ventana.
Juan y Vanessa, de seis y 12 años de edad, eran hijos de Aarón Salas y Sandra de 38 y 36 años, una de las dos familias que fallecieron el pasado lunes en un incendio entre las calles Salvador Allende y Emiliano Zapata.
La otra familia, estaba conformada por Luis Salas, de 47 años de edad, su esposa Sonia de 35 y sus hijas Nancy e Ingrid de 16 y 10 años.
De acuerdo a lo que comentaron vecinos, Aarón trabajaba en el bacheo y Sandra en la maquiladora; Luis duró mucho tiempo como chofer de camión, pero últimamente manejaba un taxi, mientras que Sonia realizaba pasteles.
“JUANITO QUERÍA SER DOCTOR”.
“Juanito quería ser doctor y a Vanessa le gustaba mucho maquillarse, eran niños muy educados que siempre decían: buenos días, buenas noches”, expresó Esther Trujillo, quien llevaba más de 30 años conociendo a las familias.
De acuerdo a lo que relató la vecina, eran familias muy unidas, además de trabajadores. “Ellos no se metían con nadie”.
La señora Trujillo, narró la impotencia que sintieron al ver que las llamas consumían las viviendas, mientras las familias se encontraban dentro. “Al menos yo sentí muy feo, porque no los veíamos como vecinos, sino como familia”, expresó.
“SÍ HUBIÉRAMOS PODIDO SALVARLOS”.
José Manuel Castro, fue uno de los vecinos que intentó sacar con vida a los integrantes de ambas familias, sin embargo, señaló que agentes de la Policía Municipal, no se lo permitieron.“Yo salí de mi casa en ropa interior porque escuchaba los gritos de los niños, y cuando vi que se estaba incendiando la casa (apenas empezaba), quise regresar para cambiarme y derribar con el vehículo el portón, pero los agentes no me dejaron, me dijeron que se iba a quemar mi carro. A mi no me importaba eso, yo quería salvarlos”, expresó el vecino.
De acuerdo a lo que platicó, después de eso, todos los vecinos se reunieron para poder sofocar el incendio con agua, mientras esperaban a que llegaran los bomberos, quienes tardaron más de una hora en llegar.
Mencionó que por la desesperación, y de ver cómo las autoridades no los dejaban hacer algo, trataron de abrir un hoyo por la parte de atrás, sin embargo, para ese entonces, ya era muy tarde.
“Yo pienso que sí los hubiéramos podido rescatar porque apenas estaba iniciando el fuego, pero los policías no hacían nada ni dejaban ayudar, cuando comenzamos a echar el agua ya era tarde, pero si nos hubieran dejado hacer algo desde antes quizá otra cosa hubiera sido”, señaló.