Siguen denunciando migrantes golpes, abusos y amenazas por parte de la Guardia Nacional de Texas, quienes los están regresando a México desde el momento en que cruzan.
“En la madrugada cruzamos un grupo, ya estábamos pegados al muro y llegaron las camionetas blancas y negras, nos dijeron que camináramos para el punto 45, antes de llegar, casi bajo el puente Zaragoza nos rodearon con las camionetas blancas y nos apuntaron con las armas, incluso a una bebé le dispararon y le dieron en la cabeza, la subieron y se la llevaron a Estados Unidos, porque echaba sangre por la boca”, contó Rosario Villamil de Venezuela.
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Dijo que ella entró con su hijo y le decía que no tuviera miedo, pero los militares de Texas le decían: “Sí, ten miedo porque les va a pasar algo muy malo”, fue entonces que el menor empezó a llorar al igual que varios niños.
“A un hombre le quitaron su niño, lo jalaron entre dos hombres, lo estaban ahorcando y entramos por la 40, pero nos hicieron caminar mucho y en la obscuridad fue que nos maltrataron y por un hueco nos sacaron a todos, hay mucha injusticia”, contó la venezolana.
Describió que fueron seis camionetas blancas y otras negras y muchísimos militares armados.
“Yo estaba agarrado del muro, me agarraron como tres, uno me estaba ahorcando, me caí encima de ellos, y fue cuando me lastimé la pierna y la rodilla”, platicó Luis Rodríguez, quien cruzó la 1:00 de la madrugada, con 12 hombres y dos mujeres.
Señaló que los regresaron a jalones y patadas, sin importar si eran hombres y mujeres, un militar latino le pedía que hablaran, pero ellos prefirieron guardar silencio y regresar a México.
“Yo estaba muy lastimado de la pierna, regresé a México arrastrándome, hasta que otros me ayudaron, ellos por el punto 42 o menos tienen un boquete por donde está sacando a todos”, dijo Rodríguez.
La mayoría que están ahí en la sombra de los matorrales, improvisando campamentos, dijeron tener ya tres días tratando de cruzar por las madrugadas, pero los vuelven a sacar los militares.
