Tanta es la desesperación de algunos migrantes que esperan bajo el sol en la interminable fila del punto 42, ya sin dinero para comprar agua y comida, que al pasar una pipa estadounidense tirando agua para controlar el polvo, fueron varios los migrantes que corrieron a mojarse y tratar de tomar el vital líquido sin importar si era agua tratada y se podía beber.
La aglomeración de migrantes continúa en la puerta de entrada del muro fronterizo marcada con el número 42, donde aún cientos de migrantes esperan entregarse a la Patrulla Fronteriza antes de que se levante la medida sanitaria conocida como Título 42.
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Aunque también la Guardia Nacional de Texas ha cercado los laterales del área Fronteriza, siguen llegando familias, hombre y mujeres.
En un costado donde cerraron los militares texanos con alambre de púas, es por donde que hay una grieta para que extranjeros entren y se unan a la fila donde hay cientos de personas.
Como el punto 40 ha quedado cerrado, la congregación de cientos de migrantes está concentrada en el punto 42, donde con camisetas y cobijas los migrantes se protegen de los rayos del sol.
En esta área aún hay familias con niños y niñas a la espera que la Patrulla Fronteriza les dé acceso para su procesamiento antes de que venza el Título 42, sin embargo, tras un par de horas, nadie ha sido recibido.
"Yo llevó cinco expulsiones y voy por otra no me voy a dar por vencido, ya estoy aquí y pase muchos países para estar aquí y darme por vencido eso nunca lo voy a seguir intentando", comentó un venezolano que llegó corriendo para entrar a la fila del punto 42.
También quienes han sido ya deportados están aprovechando para vender agua y comida a quienes esperan por horas en el clima extremo del desierto de la frontera de Ciudad Juárez, pues durante la madrugada y horas del día hizo frío, mientras que al mediodía el sol quema su piel.