El problema de las descargas de aguas residuales por parte de Estados Unidos al Río Bravo se resolverá en los primeros días de noviembre, pero también de lado mexicano existe una situación concretamente en la colonia Felipe Ángeles en esta frontera, donde hay afloramientos de aguas residuales crudas que se van al Río Bravo a causa de taponamientos que existen en las tuberías de drenaje, indicó el Secretario de la Sección Mexicana de la CILA, José de Jesús Luévano.
“Ahorita tenemos una situación compleja porque tenemos descargas de aguas residuales por parte de México y también descargas de aguas residuales por parte de Estados Unidos, en el caso de Estados Unidos es una tubería por la calle Doniphan que se fracturó y que originalmente esa agua se intercepta en la prensa americana y se conduce por el canal americano”, explicó.
Agregó que hubo unos problemas que propició que el agua se tenga que descargar en el Río Bravo en la zona de El Chamizal y en la altura del puente de Zaragoza se vuelve a meter otra vez hacia Estados Unidos para su tratamiento en la plaza Bustamante.
José de Jesús Luévano externó que es difícil que exista riesgos graves de contaminación en el Río Bravo porque el agua no es mucha, ya que están hablando de 150 litros por segundo en el caso de México y en el caso de Estados Unidos son 260 litros por segundo, “en el caso de ellos (Estados Unidos) derivan sus aguas nuevamente hacia territorio de Estados Unidos y las tratan allá, en el caso de México las aguas se filtran.
Afirmó que no existe ninguna demanda de México en contra de Estados Unidos por las descargas de aguas residuales al Río Bravo porque en este momento de alguna manera los dos países están contribuyendo a la contaminación del Río Bravo.
En el caso de México hay una serie de problemas recurrentes como la tubería de drenaje en la colonia Felipe Ángeles por la infraestructura vieja que existe en el lugar o porque la gente continúa tirando basura y provoca estos taponamientos.
El Secretario de la Sección Mexicana de la CILA informó que están trabajando con la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) para buscar avanzar en la solución definitiva de la problemática en esa zona que se puede decir que es la parte más preocupante porque los escurrimientos son cada vez más frecuentes.
“La Junta Municipal de Agua y Saneamiento está viendo con el Banco de Desarrollo de América del Norte un proyecto para rehabilitar la infraestructura de saneamiento en toda esa zona, sería bueno preguntarle a la Junta cómo está su plan y cuándo empiezan a llevar a cabo esos trabajos, pero ya están trabajando en ello”, aseveró.
El funcionario de CILA comentó que buscan con la JMAS eliminar lo más pronto posible estas descargas de aguas residuales al Río Bravo, pero en el caso de El Paso, Texas, consideran que para el mes de noviembre el tema queda resuelto de manera definitiva.