El Padre y director de la Casa del Migrante, Javier Calvillo, manifestó que reprueba el exceso de fuerza policíaca que fue implementada para realizar el retiro de los integrantes de la comunidad venezolana que se establecieron sobre el bordo del río Bravo, en rueda de prensa este miércoles 30 de noviembre.
El operativo que se implementó el domingo 27, violento claramente los derechos humanos de cada uno de las personas en situación de movilidad que se encontraban en el lugar, aseguró y es lamentable que Juárez esté en boca de todo el mundo por este hecho.
“Es un hecho muy doloroso porque creo que existen muchas maneras, por eso quise voltear al pasado, el 2018 ya lo tuvimos, no entiendo por que ahora alguien de Derechos Humano, algunos personajes de gobierno entraron y vieron y llevaron a la policía para poder trasladarlos, un documento de CILA, efectivamente eso también cuando tuvimos la misa del 5 de noviembre, en el río Bravo, sabemos la contaminación del agua y por eso nos movieron y nos trasladaron a otro lugar, pero yo creo que si realmente el problema era la contaminación del agua por qué no se buscaron otras estrategias como la vez pasada”, argumentó Calvillo.
Algunos de los venezolanos que se vieron afectados el domingo pasado, buscaron entrevistarse con el Obispo y fueron atendidos por Calvillo que en numerables ocasiones resaltó que no podía dar a conocer los motivos reales para establecerse sobre el cauce del río y enfatizó que todos ellos le aseguraron que no tuvieron nada que ver en la agresión a los elementos de seguridad pública.
“Unos dicen que fueron atacados los policías nosotros nos hemos acercado a los venezolanos y dan otros testimonios totalmente diferente, yo no quiero juzgar a los policías, yo no quiero juzgar a los migrantes, simplemente decir que ese hecho es, no es aceptable es un hecho que afecta a los migrantes, que afecta a Ciudad Juárez y más cuándo ahorita México está pasando por un situación muy difícil, en la Casa del Migrante el 80 por ciento son Mexicanos y en los 40 o 38 albergues la mayoría de los que están instalados son mexicanos y si eso se pudiera dar en los venezolanos imagínense que podemos esperar en los mexicanos”, puntualizó Calvillo.
El director de la Casa del Migrante cuestionó la nula presencia del delegado de los Derechos Humanos en el operativo, ya que se violaron los derechos de los migrantes, asegurando que el argumento de proteger a los menores que habitaban sobre el bordo, no es aceptable.
“Que hay niños, que hay niñas que les preocupa, me gustaría ver que van a Riberas del Bravo o que fueran a otras colonias pobres, a ver si no hay tanto niño y que les afecta, si les preocupa la salud, pues es donde se tiene que poner en acción a los hospitales o todo aquel sector para actuar, qué curioso, para unas cosas si se puedan organizar y para otras no”, subrayó.
Finalmente, el Padre Calvillo solicitó que se den opciones para que los migrantes cuenten con un espacio digno, que se realicen visitas, incluso de abogados migratorios de la Unión Americana, para que tengan confianza los venezolanos, el espacio que él dirige cuenta con la capacidad de recibir a poco más de 500 migrantes.