Susana Leticia Báez Ayala, defensora de los derechos de la mujer y docente por más de 20 años en la UACJ, será reconocida el próximo 8 de marzo con la Presea Kira 2022.
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En entrevista con el Heraldo de Juárez, platicó que cuenta con un doctorado en Teoría de Literatura y las Artes por la Universidad de Granada. Actualmente es coordinadora y cofundadora de la Maestría en Estudios Interdisciplinarios de Género de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Dentro de la máxima casa de estudios en esta ciudad, ha tenido la oportunidad de participar en la promoción cultural, principalmente, de temas relacionados con mujeres, además de la literatura infantojuvenil en grupos vulnerables.
Báez Ayala, mencionó que siempre se ha considerado una docente feminista, que desde que llegó a Ciudad Juárez en 1998, ha tratado de implementar tanto fuera y dentro de la universidad, programas que tengan que ver con la participación de la mujer en la cultura.
“Llevo más de 20 años en Ciudad Juárez trabajando a favor de los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes de nuestra ciudad, particularmente por resarcir la violencia de género que tanto nos ha costado”, expresó.
Mencionó que actualmente es integrante del grupo interdisciplinario y multidisciplinario que se encarga de darle seguimiento a la alerta de género en el Estado de Durango.
Asimismo, participa en un libro llamado “Escrituras en resistencia; taller de narrativas contra la violencia feminicida en Ciudad Juárez y Ciudad de México”.
La doctora es originaria de Ciudad de México, sin embargo, ella se siente una juarense por adopción.
“Yo llegué como mucha gente a buscar una oportunidad laboral que encontré en la UACJ, yo creo que las mujeres migrantes tenemos mucho que ofrecerle a Ciudad Juárez”, expresó.
Finalmente, Báez dedicó esta presea a todas las mujeres de Ciudad Juárez, particularmente a las jóvenes que son el futuro de la urbe y a las mujeres que trabajan en la maquiladora, quienes sostienen la economía y bienestar de la ciudad.
“Que me entreguen esta presea el 8 de marzo, es algo simbólico porque es un tiempo para reflexionar de todos aquellos derechos que les han sido negados a las mujeres, pedirle a las instancias correspondientes que atiendan las quejas de feminicidio. Ni una más, y que se trabaje por la seguridad de nuestras mujeres, concluyó.