Las personas que tienen trastorno de consumo de sustancias, aún y cuando se están en tratamiento suelen tener recaídas, la mayoría de ellos es por falta del apoyo del núcleo familiar, indicó Dafne Santana, titular de la dirección de Salud.
“Como sabemos es una enfermedad en la que intervienen varias problemáticas, no solamente es el tema de salud físico, sino también de salud mental así como el problema de un entorno”, explicó Santana.
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La titular de salud explicó que las personas que pudieran tener menor porcentaje para recuperarse principalmente son pacientes con menos apoyo de la unidad familiar.
“Pacientes que no cuentan con el apoyo de papá, mamá, hermanos o un hijo que los apoye, estos son los que tienen una menor probabilidad de éxito”, explicó Santana.
Poco menos de la mitad de las personas que se han atendido en los programas que ofrece el gobierno municipal sufren recaídas, a tal grado que se han modificado los apoyos y se incluyen algunos extras para dar atención a las personas que han tenido recaídas.
“Hemos tenido datos de pacientes que lamentablemente cuando salen recaen y se les busca otra ayuda o incluso pueden ser usuarios nuevamente del mismo tratamiento con beca”, dijo la titular de la dirección municipal.
El trastorno de consumo de sustancias es una enfermedad que lleva un tratamiento bastante largo y al momento de salir de una residencia, continúan los pacientes en tratamiento ambulatorio en el Centro de Salud Urbano, al igual que toda su familia.
“Para nosotros es mucho más fácil si identificamos si tuvieron una recaída y darles tratamiento inmediatamente, ya sea ambulatorio o residencial”, comentó Santana.
Los tratamientos pueden ser ambulatorios o de residencia en algún centro de recuperación. Hay unos que van desde tres meses y otros muy largos de hasta años o de tratamiento psicológico de por vida.