La Rodadora Espacio Interactivo, Asociación humanitaria ADRA México y UNICEF hicieron posible la exposición “Me llaman Migrante”, ante niños y niñas de primaria.
La exposición se creó con la finalidad de recrear un viaje que representa el recorrido emocional que viven niños, niñas y adolescentes en situación de movilidad, pero a través de esta se busca sensibilizar a personas y en especial a la niñez para que sean conscientes de la dificultad de la movilidad de un país a otro y crear más empatía empezando con la niñez.
La inauguración comenzó en la biblioteca de la Rodadora con la presentación del libro “Me llaman Migrante”, el cual creó Jorge Sosa, a través de experiencias que escuchó de personas migrantes, asimismo se encargó de la iluminación del mismo.
Después de escucharlo, los niños y niñas dieron una opinión sobre qué le dirían ellos a un niño o niña migrante.
“Aunque un tornado o algo destruyó su casa, le daría que no se preocupe, porque podrá encontrar un mejor lugar donde vivir”, expresó un menor después de escuchar el cuento.
Luego a la cuenta regresiva de 10 se hizo el corte de listón que oficializó la inauguración de la sala “Me llaman migrante”, que consistió en subir a los menores en tres vagones de tren, donde experimentaron una similitud a la travesía que hacen niños, niñas y adolescentes migrantes además de interactuar de manera digital con ellos.
Cabe destacar que la museógrafa Daniela Guadalupe Valdovinos fue la creadora y diseñadora de la exposición de vagones de la exposición de vagones.
El viaje comenzó en un vagón color azul escuchando la historia de un niño y una niña en video, los asistentes pudieron hacer algunas preguntas, sobre qué les gusta, cómo se sienten, si extrañan su hogar, qué quieres ser de grandes.
En el segundo vagón, color verde, se les explicó a los infantes, por qué migraron, como: para buscar una mejor salud, por crisis y falta de economía, en busca de educación o para huir de la violencia.
En el vagón morado, los niños y niñas eligieron que llevarían en su maleta si fueran migrantes, las opciones era comida, mascotas, ropa, una cobija, almohada, libreta y pluma, la foto de la familia o el abrazo de un ser querido, de estos solo podrían elegir tres cosas.
Para terminar entraron en un cuarto verde, simulando el campamento o refugio, ahí dejaron mensajes de qué les desean, en qué se parecen, el porqué migraron simulando ser ellos un migrante.
Esta exhibición estará permanente en La Rodadora del 15 de marzo hasta el 16 de junio.