El pasado jueves un grupo de al menos ocho venezolanos generaron una riña entre ellos, el motivo fue que no querían compartir lo que les dan los ciudadanos que transitan por el lugar, tras limpiar los parabrisas o pedir “una moneda”.
El incidente antes mencionado, es el segundo que ha ocurrido justo en el cruce de las calle Lerdo e Ignacio Mejía, y en ambos sale a relucir que desean quedarse con la ganancia completa cada uno de los migrantes pedigüeños, generando un ambiente de temor entre los comerciantes y clientes que diariamente acuden ya sea revisiones dentales, compra de artículos para eventos, entre otros.
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Justo donde ocurrió el incidente se encuentra un consultorio dental y la asistente –quien omitió su nombre- comentó que, “los clientes que llegan en auto, sienten mucho temor al bajarse de sus autos, por que los migrantes rodean los vehículos y esto genera ansiedad y han llegado a pensar que serían asaltados”.
La presencia de al menos dos grupos de personas en situación de movilidad provenientes de Venezuela, genera preocupación, ya que son varones los que están acosando a las mujeres que caminan por este cruce para trasladarse a sus actividades y los venezolanos las siguen varios metros diciéndoles supuestos halagos y acosándolas manifiestan los vendedores de periódicos.
“Los venezolanos acosan sobre todo a las mujeres que pasan por aquí, se les pegan casi al cuerpo hasta parece que las van a asaltar, quitarles sus bolsas y discuten con el resto -los automovilistas- porque nos les dan “una moneda”, aseguró Marcelino, juarense que acompaña al vendedor de periódicos en el cruce antes referido.
Algunos de los propietarios de los establecimientos de la calle Lerdo han estado recolectando firmas, desde que sucedió la primera pelea para acudir ante las autoridades municipales y solicitar el retiro de las personas en situación de movilidad.
El temor de los comerciantes es que la clientela decida ya no acudir a este punto de la ciudad o buscar otras tiendas o consultorios donde estas personas no estén, ya que permanecen por horas y generan mucha basura.
Finalmente los encargados de una tienda de novias, mencionaron que solo uno de ellos -desde que llegaron en caravanas- le ha pedido trabajo, pero lamentablemente la desconfianza hace que no logren ocuparlos y aunado a esto, es la falta de documentos así como de una dirección donde poder localizarlos en caso de algún incidente.