Tras los acuerdos firmados entre los gobernadores de Texas y Chihuahua para agilizar el cruce de camiones de carga por los puentes internacionales, hasta el momento, no se ha notado un reforzamiento en la vigilancia del bordo del Río Bravo, para frenar el cruce de migrantes.
Únicamente los elementos de la Guardia Nacional siguen postrados a lo largo de la franja fronteriza, desplegado un agente por cada 50 o 100 metros, según se pudo apreciar en un recorrido de El Heraldo de Juárez.
Pese a esto, se sigue dando el cruce de familias provenientes principalmente de Centroamérica y Sudamérica, que se entregan a los agentes de la Patrulla Fronteriza, en busca de asilo político.
Los elementos de la Guardia Nacional son relevados por turnos y a su vez, binomios de unidades de la misma GN y el Ejército Mexicano realizan rondines de vigilancia en el bordo.
Mientras tanto, los “polleros” utilizan el poniente de la ciudad, específicamente el área de Anapra y Santa Teresa, así como el Valle de Juárez, para el cruce de migrantes.
De acuerdo con el Gobernador de Texas, Greg Abbott, en la firma de acuerdos el Gobierno de Chihuahua se comprometió a dos cosas, mejorar la seguridad en su frontera y a frenar el cruce de migrantes a territorio norteamericano.
Estás mismas declaraciones las dio en medios internacionales, al asegurar que de no cumplirse con estos acuerdos, volvería a reforzar las revisiones, frenando el cruce de mercancías.