Los operativos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional han cumplido por estos días el objetivo de no permitir que se congreguen migrantes a la orilla del Río Bravo para entregarse a autoridades norteamericanas de manera ilegal.
Este viernes, desde la ubicación del Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza (BSI) 35 que está aproximadamente en la calle Arizona y Cuatro Siglos hasta el 42 en Altozano, no hubo presencia de ningún extranjero en el bordo fronterizo.
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Por lo regular en días pasados estaban entre los matorrales que crecen en el Río Bravo, buscando una sombra y resguardándose del sol, sin embargo, la presencia de los militares mexicanos lograron hacer que se retirarán de esos marcadores por donde rompen el alambre de púas para ingresar a Estados Unidos.
Ayer algunos migrantes que fueron retirados estaban frente al bordo, comentaron que en cuanto se iban los soldadores regresaban y se apreciaba que estaban en la acera de frente.
Sin embargo, hoy tampoco estuvieron ahí, ni se vio que anduvieran caminando de un BSI a otro.
Por su parte, autoridades de la Guardia Nacional de Texas y Policía Estatal Troopers, continúan con su vigilancia normal, sobre todo en el BSI 36 y 40, lugares por donde entraban más migrantes para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Otra de las cosas que pudo ahuyentar a los extranjeros, fue la orden ejecutiva del Presidente de Estados Unidos, en donde señaló que quien cruce la frontera de manera ilegal será inelegible para asilo, así como retornos y deportaciones expeditas y el cierre de la frontera a migrantes.
Por el momento no se sabe en donde quedaron todos los migrantes, los cuales tampoco están dentro de albergues, ya que continúan su capacidad al 50 por ciento.