“Nuestro nivel de paciencia se está agotando”, declaró el alcalde Cruz Pérez Cuéllar sobre el cierre del puente internacional Paso del Norte que ocasionaron los migrantes ayer domingo.
Más de mil migrantes intentaron cruzar de manera arbitraria y por más de cinco horas, tres cruces internacionales estuvieron cerrados lo que ocasionó problemas a juarenses, paseños y negocios de la avenida Juárez.
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Cruz Pérez Cuéllar, en su rueda de prensa semanera, comentó que no hay justificación de dañar juarenses y negocios con ese tipo de actos que tampoco beneficia a las personas en situación de movilidad.
“Nuestro mayor reto está en dar protección, para que no haya pretextos para hacer estas cosas sin ningún sentido, ni objetivo, es decir, lo que pasó ayer (domingo) no le sirve a nadie, fue una acción irracional, sin sentido”, opinó Pérez Cuéllar.
El edil indicó que tendrá que hacer postura más fuertes, para poner un alto a las faltas de los extranjeros, que en menos de una semana han realizado dos trifulcas.
Este próximo miércoles, el presidente municipal, tendrá un diálogo con actores involucrados con la migración, asimismo, solicitará el apoyo del Estado y la Federación para buscar una manera de evitar el desorden e incluir a los venezolanos en la actividad laboral, como lo había propuesto el presidente de Coparmex, José Mario Sánchez Soledad.
Pérez Cuéllar, dijo que por el momento no han detectado delitos graves por parte de los migrantes, pero sí están ocasionando molestias, acoso a mujeres y daños a la economía de la ciudadanía.
“Se tiene que hacer una difusión grande de las alternativas que tienen los migrantes aquí en la ciudad, tanto para trabajar como para estar albergados esperando su proceso migratorio”, expresó el presidente municipal.
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Informó, que el albergue municipal Kiki Romero, actualmente tiene una capacidad del 75 por ciento, por lo que hay espacio.
Indicó que hay mecanismos que tienen que hacer para entrar al vecino país o bien tendrán que sancionar a migrantes para preservar el orden y fue muy enfático al decir que tampoco quiere caer en el discurso de criminalizar a todos los migrantes.