“Marchamos por las mujeres que día a día nos enfrentamos al infierno por el solo hecho de haber nacido mujer”, fue parte del pronunciamiento de miles de mujeres que marcharon ayer en el Día Internacional de la Mujer, donde la exigencia fue, justicia y respeto.
Al pie de la cruz de clavos manifestaron él pronunciamiento en contra de los feminicidios, de las mujeres que han desaparecido y las que sufren maltrato.
Fueron más de diez grupos o colectivos que se unieron en esta marcha, que inició en el Monumento a Benito Juárez y concluyó en el Puente Santa Fe.
“Nos queremos vivas”; “Que ser mujer, no nos quite la vida”; Somos el grito de las que ya no están y no nos vamos a callar, Justicia”;”Regresen a Dana y vengo a despintar tus paredes”; Si desaparezco, quién les dirá que no los abandone”; “Hoy marcho para que ninguna mujer viva lo que yo viví”, “No al maltrato trans, derechos y respeto”,fueron algunos de los mensajes plasmados en las más de mil pancartas que mostraban.
En la cruz de clavos duraron aproximadamente cuarenta minutos donde dieron el pronunciamiento e interpretaron algunas melodías alusivas a la lucha contra la justicia.
“Alzamos la voz y organizamos la lucha desde cada una de nuestras trincheras. resistimos contra el poder de dominación que promueve políticas de control, precarización, y explotación de las que somos víctimas en todos nuestros espacios; doméstico, laboral y social”, destacaron en el pronunciamiento.
Marcharon madres de mujeres desaparecidas y de mujeres asesinadas, quienes exigieron justicia en sus mensajes plasmados en carteles o playeras.
“Históricamente no se nos ha regalado nada, los derechos logrados los hemos arrebatado con sangre. Juntas y organizadas exigimos justicia por las desaparecidas, asesinadas, violadas, reprimidas, discriminadas, hostigadas y en general vulneradas por ser mujeres”, indicaron.
“Este Día Internacional de la Mujer, salimos a exigir nuestros derechos, salimos a gritar con voz de resistencia” Ni Una Más”, retumbó al unísono.
Durante el recorrido a la cruz de clavos, el clamor era "se matan las mujeres en la cara de la gente, no sean indiferentes"; “Los chotas no me cuidan, me cuidan mis amigas, no somos una somos un chingo".