Entre fuertes tolvaneras que imposibilitaban casi en su totalidad la visibilidad, pequeños grupos de migrantes provenientes de Centro y Suramérica, iban llegando a la línea divisoria entre México y Estados Unidos, muchos de ellos, buscando entregarse a la Patrulla Fronteriza del vecino país.
Tras el incendio en la estación migratoria del INM en donde murieron 39 migrantes, en el lugar se mantienen decenas de migrantes quienes acampan en el lugar exigiendo justicia por lo ocurrido, sin embargo, otros más han optado por entregarse a las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Así lo constató Jonathan y un grupo de jóvenes provenientes de Venezuela, quienes aseguran que ya no se puede confiar en las autoridades mexicanas, pues al escuchar los testimonios de personas que estuvieron en el lugar y ver el video que se ha difundido, aseguran que no existe duda de que los dejaron morir encerrados.
Por ese motivo, optaron acudir al Río Bravo para intentar ponerse en manos de la justicia de ese país, y tal vez así, tener una posibilidad de obtener algún beneficio migratorio.
"Tenemos pocos días en la ciudad, pero ver lo que hicieron con esa gente, nos hace ver lo que el gobierno de México busca; no es posible que los hayan dejado morir así; una persona brinda ayuda a quienes están por morir asfixiados, pero en este caso sólo los dejaron encerrados”, dijo
A lo largo de la franja fronteriza en Ciudad Juárez, vehículos militares y de la Patrulla Fronteriza, hacen guardia para evitar que los viajeros crucen de manera ilegal hacia el territorio estadounidense.
Es en la puerta 36 en donde cientos de personas se reúnen del lado mexicano y esperan pacientes a la respuesta de las autoridades del vecino país, quienes, en momentos, aceptan que grupos numerosos lleguen hasta la parte norte del río sin que haya repercusiones.
Ahí permanecen por horas mientras que funcionarios estadounidenses, van formando pequeños grupos a quienes les piden que coloquen en bolsas de basura todas sus pertenencias y luego son ingresados a ese país, sin embargo, a decir de algunos testigos, llegan en calidad de detenidos e inician un proceso para determinar si son acogidos o deportados, lo que durar varias semanas.
Por otro lado, otros grupos menores, denuncian que constantemente llegan personas, al parecer de alguna institución gubernamental para intentar persuadirlos de que vayan al bordo, esto con el argumento de que serán recibidos.
Aseguran que esto se trata de un engaño, sólo para que muchos de ellos lleguen a manos de la Patrulla Fronteriza y puedan ser deportados.