Sentada en la Plaza de los Fundadores a espaldas de Catedral, con 63 años de edad, María Sánchez, le da de comer a las palomas y descansa un poco para luego seguir su camino a casa.
La mujer con un rostro de tranquilidad, remueve sus lentes y asegura que la navidad le da igual, ya que no se celebra en su hogar, menos desde que enviudó hace como cinco años.
“No, no hago cena, no hago nada, no acostumbramos y otra es que mis muchachos todos se van de vacaciones, me dejan sola, todos en ocasiones se organizan y en otras veces cada uno agarra por su rumbo, son como cinco y pues todos con sus hijos y esposas agarran camino fuera de aquí de la ciudad”, dijo la mujer con voz entre cortada.
Sánchez originaria de un pueblo cercano a Durango, comentó que no es algo tradicional en ese lugar el realizar festejos decembrinos, mucho menos si la situación económica no lo permite.
“Allá en el pueblo no se hacían fiestas, no se tenía dinero, a pesar de que estábamos jóvenes, mis hermanos y yo jamás pedíamos nada, la situación era muy complicada y preferían mis padres pagar nuestro terrenito y tener para comer”, detalló con tristeza.
La sexagenaria resaltó que estas celebraciones, para culminar cada año, solo es un derroche de dinero y opta por guardar todo lo que gana con la venta de sus productos por catálogo y lo que sus hijos le dan por quincena.
“No pos quizás compre algunos tamalitos, no gasto en nada de eso, tengo que juntar para mis medicinas, llevo un tratamiento y pues está muy caro, ninguna institución me ha querido ayudar y disque para eso están, ya fui a la Presidencia Municipal y me dejaron en lista de espera, imagínese hasta cuando van a querer ayudarme, solo porque uno es pobre no le hacen caso”, enfatizó.
Sánchez se levanta para continuar su camino, no sin antes invitar a los juarenses a que hagan buen uso de su dinero, que analicen bien cada compra que realizan, “no se endeuden, mi marido me dejó deudas que no logre saldar, quizás fue lo que me enfermó, tengo siempre muchos nervios, pero pues aquí sigo”, finalizó.
