Migrantes venezolanos que se encuentran durmiendo a un costado de la presidencia Municipal, este lunes amanecieron envueltos en sus cobijas, las cuales están completamente mojadas, pero es tanto el frío que así las traen cubriéndose el frío.
Por la noche del domingo, hubo juarenses que se acercaron a donarles tiendas de campaña, las cuales usaron para resguardarse.
También acudió gente que los invitó a pasar la noche en su casa, principalmente a aquellos que estaban en la calle con niños.
En días pasados habilitaron una especie de campamento con cobijas, pero con el aire, la lluvia y el descenso de temperaturas esto quedó destruido y completamente mojado.
Hoy al mediodía mujeres y hombres venezolanos estuvieron exprimiendo y tendiendo las cobijas sobre las vías, mientras que otros colocaron mantas y bolsas de hule para resguardarse en los siguientes días.
Mario, es hondureño, él se unió a la caravana con los venezolanos, pasó toda la noche despierto, pues el aire y el frío no lo dejaba dormir, llegó acompañado de su esposa e hija de un año de edad.
“Decidimos quedarnos con los venezolanos, porque los albergues están llenos, tanto que hay días que no alcanzábamos ni comida”, platicó Mario, quien se salió de La Casa del Migrante.
Sin embargo, las bajas temperaturas, lo tomaron por sorpresa y ahora está en un desconcierto de no saber qué medidas tomar para resguardar a su pequeña hija del frío y la lluvia.