Carlos, venezolano, llegó hasta esta frontera con la esperanza de obtener un empleo en los Estados Unidos, lo hizo sin dinero, al irse acercando a la frontera se encontró con sus compatriotas, los cuales estaban llorando en la calle, pidiendo comida porque habían sido expulsados del vecino país y en ese momento se enteró que las puertas de la frontera, estaban cerradas para personas provenientes de su país, sin embargo, eso no lo derribó, pues acudió al Instituto Nacional de Migración (INM) para poder integrarse a la actividad laboral.
Carlos, acudió al INM, solicitó su permiso de permanencia, al parecer de 180 días, y comenzó con el llenado de varias solicitudes de empleo.
“Me siento engañado por los Estados Unidos, como se atreven a mentir a los venezolanos, nosotros no tenemos ni para comer, ya estoy aquí y la única forma de estar bien es trabajando”, comentó Carlos.
Él venezolano tardó 35 días caminando y pidiendo aventón, y ahora está en Juárez, mientras espera a ver si hay oportunidad de ir a los Estados Unidos, empezará vida en esta frontera.
Instituto Nacional de Migración, hasta el mediodía del jueves atendió a 50 personas para entregar Formas Migratorias Múltiples que permiten a los venezolanos tener una opción de trabajo, y a través del módulo que tiene la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) se les ofrece oportunidades laborales.
De acuerdo a información de la mesa interinstitucional, en los próximos días se integrará la bolsa el Sistema Estatal de Trabajo, además con Index se va boletinar entre las empresas manufactureras las ofertas de empleo para los migrantes.
Por parte de la Secretaría de Salud se han otorgado 132 consultas y se aplicaron 51 vacunas de influenza, y adicionalmente se cuenta ya con un médico y una enfermera en turnos matutino y vespertino.
También se constató que sector salud, acudió afuera de las oficinas de Coespo, para brindar información preventiva a los migrantes de cómo cuidar su salud.