Migrantes escapan y arriesgan su vida desde un tercer piso por las ventanas de un hotel para no ser arrestados por el Instituto Nacional Migración (INM).
Gregori, uno de los migrantes, prefirió deslizarse por una estructura, porque no quiere ser detenido, ya que además de asegurar que les roban sus pertenencias los avientan al sur de México.
Al encontrarse en la azotea de los negocios aledaños y no poder bajar a la calle, un juarense de un comercio, sacó una escalera y lo apoyó para que descendiera del edificio.
El venezolano al estar en tierra fija, dijo que los agentes de INM, entraron y destrozaron las puertas del hotel y comenzaron comenzaron a arrestar gente.
Incluso, describió que en el lobby del hotel había familias con niños a los que ya se iba a llevar detenidos, pero debido a que comenzaron a tirar piedras, la gente se quedó resguardada.
"Para que nos arresta el INM, no más es para robarnos, nos encierran y luego nos regresan hasta Tapachula y ahí venimos nuevamente arriesgando la vida en el tren", dijo el venezolano.
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En menos de una hora, al menos tres personas bajaron desde lo más alto del edificio, corriendo el riesgo de caer de lo más alto, aunque por fortuna no se registró ninguna caída.
Al ver la trifulca, muchos locatarios decidieron cerrar sus negocios para evitar robos o que les rompieran vidrios.
