Venezuela, Guatemala, Colombia y El Salvador son algunas de las nacionalidades que estaban intentando cruzar Border Safety Initiative Marker (Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza BSI 36).
De raite, en tren, en carro, largos kilómetros caminando y como pudieron, es como están llegando migrantes hasta esta frontera para entregarse a las autoridades de Estados Unidos.
Desde hace semanas se han visto grupos dispersados a lo largo del río Bravo, en el área del BSI 36 que es por donde atraviesan los alambres de púas de resguardo de la Guardia Nacional de Texas para tener un encuentro con la Patrulla Fronteriza.
Uno de los migrantes que caminaba del lado norteamericano, comentó que a lo largo de las rutas migrantes por México hay personas que vienen en camino, pero como no les dejan subir al tren ahora están llegando como pueden y es por esa razón que llegan en grupos y no de manera masiva como ocurría.
Aunque saben que hay sanciones por el gobierno estadounidense, al cuestionarse qué opinaba de una posible deportación o expulsión el migrante junto con amigos dijeron:
“Es como un juego de lotería, hay que entrar y apostar, sin miedo al éxito, conocemos gente que sí ha logrado cruzar así que ya estamos aquí no queda otra que jugarla”.
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También cerca del muro fronterizo en el BSI 36, se captó un grupo de migrantes que ya esperaban en fila a ser recibidos por la Patrulla Fronteriza, autoridades que los llevan a centros de procesamiento.
Una mujer con su hija, se desesperó por la esperar la entrada y se metió por un hueco del alambre de púas, pero quedó atorada junto con su hija, agentes de la Guardia Nacional de Texas la apoyar a salir, pero únicamente para que se regresara inmediatamente, a la orilla del río Bravo.