Muy poca afluencia en el punto 36 en el bordo del río Bravo, sin embargo, los migrantes siguen llegando y cruzando para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Luis, colombiano, esperaba en el parque Cuatro Siglos un descuido del Instituto Nacional de Migración (INM) para cruzar el bordo, ya que su familia logró entregarse a las primeras horas del jueves.
“Migración nos está corriendo, nos regresamos aquí al parque, con este grupo que estoy hay niños y mi familia traemos tres niños pero gracias Dios ellos sí pudieron cruzar, pero mis hermanos migrantes aquí siguen en el frío van muchas veces que nos regresan”, dijo
Dijo que como adultos logran aguantar el hambre y frío, pero los infantes no, aparte se asustan cuando los corren los agentes del INM, quienes se ponen muy agresivos, sin importar los niños o el peligro que representa regresarlos a cruzar la avenida Cuatro Siglos, donde varios migrantes han perdido la vida arrollados.
“Sí han pasado varios compañeros pero les ha costado demasiado, ya estamos a unos pasos de nuestro destino y lo más complicado es pasar la migración de México, ellos nos dificultan el paso, pero hay personas que se acercan y nos dicen por dónde y cuándo cruzar”, platicó Luis.
Ya que logran burlar a los agentes de migración, se pudo apreciar en los últimos días como los migrantes han tenido que toca buscar un orificio entre el alambre de púas para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Se le cuestionó al colombiano, si las personas que les facilitaban el cruce les cobraban dinero, pero respondió que no.
Agentes del INM ahora se congregan en el Marcador de Seguridad Fronteriza (BSI) 36 mientras que polleras aprovechan otras áreas para cruzar con familias de migrantes, que ya caminan hasta el lugar por lado americano para evitar que migración de México los corra o corretee con sus vehículos.