A pesar del endurecimiento de las autoridades estadounidenses, al instalar más alambre de púas y malla en el área de la puerta 36, cerca de cincuenta personas en situación de movilidad continúan acampando en el bordo del Río Bravo ante fuertes vientos y bajas temperaturas.
El domingo por la tarde se mencionó que había más de cien personas en ese punto, pero ayer por la mañana en recorrido realizado por El Heraldo de Juárez se observaron un aproximado de cincuenta personas y cerca de 15 casas de campaña.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Juárez
Los migrantes prácticamente duermen entre alambre de púas y pegados a la poca agua que tiene el Río Bravo; sus casas de campaña están hechas con cobijas y trozos de tela.
En el lugar se mantiene la vigilancia con helicóptero por el bordo del río y elementos de la Guardia Nacional del Estado de Texas.
Desde el pasado viernes fue instalada malla pegada al río, en el área de la Puerta 36, además de varios rollos de alambre de púas, en los que al pasar hasta se alcanzan a atorar.
Elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) se encuentran también en diferentes zonas del bordo, quienes observan a distancia.
“Yo espero que valga la pena, vengo de Venezuela y deje a mi familia, dejé casa, mi motito, a uno le toca desprenderse de sus cosas, la verdad esperamos que esto valga la pena”, expresó Kevin Antonio Fernández, de nacionalidad venezolana.
“Uno desde que sale de su casa, nos tratan mal desde el principio, en mi caso me tocó cruzar la selva, yo crucé 7 países hasta llegar a acá, en el proceso cuando uno está en México se nos complica demasiado llegar hasta la frontera de Juárez”, agregó.