Familias enteras, pequeños grupos de amigos o hasta migrantes solos, arriesgan sus vidas todos los días para tratar de llegar al suelo estadounidense.
Desde ser capturados por personal del Instituto Nacional de Migración, hasta ser arrollados en el malecón o sufrir alguna lesión al tratar se cruzar el Río Bravo, entre otros peligros, son los que diariamente enfrentan los venezolanos, guatemaltecos, hondureños, ecuatorianos, salvadoreños y demás migrantes que actualmente se encuentran en Ciudad Juárez.
Se calcula que sea una cantidad superior a los 30 mil extranjeros, quienes mantienen saturados los pocos albergues que ofrecen atención en la ciudad, y lo que obliga a muchos a dormir en las calles, en tapias o debajo de los puentes.
En el llamado “bordo” las familias buscan los lugares en donde el nivel del agua que corre por el río, es muy bajo y en donde la maleza y los relieves de la tierra son menos peligrosos para cruzar en busca de no ser detectados por la Patrulla Fronteriza o de iniciar un diálogo con autoridades migratorias de Estados Unidos, quienes mantienen una permanencia constante en lo que se le conoce como la puerta 36.
Mientras cientos se reúnen en el cauce del Río Bravo y esperan pacientes el diálogo con los estadounidenses, otros caminan entre el pesado tráfico vehicular, limpiando parabrisas o vendiendo algunos dulces.
La avenida Cuatro Siglos Paso del Norte, también se ha convertido en un verdadero peligro, pues el intenso flujo de autos y vehículos pesados, hace casi imposible cruzar la transitada vialidad a la que los juarenses llaman “el malecón”.
Cabe mencionar que el pasado lunes, 39 migrantes perdieron la vida cuando se encontraban detenidos en una estación del Instituto Nacional de Migración, el cual se incendió mientras las personas se encontraban bajo candado en la enorme celda que albergaba a cerca de 70 migrantes.
Esta situación ha intensificado la actividad que diariamente se vive en la puerta 36 en el Río Bravo, pues muchos buscan entregarse a las autoridades estadounidenses para intentar solicitar asilo, mientras que otros buscan la forma de cruzar la frontera de manera ilegal, pues argumentan que existe un temor de que las autoridades mexicanas realicen campañas en su contra para reducir el flujo de migrantes que continúan llegando a la frontera norte.
Publicado originalmente por El Heraldo de Chihuahua