Aún y cuando pareciera difícil de creer en Ciudad Juárez, existen cientos de niños y adultos que debido a la falta de alimentos se van a la escuela, trabajo o a dormir sin realizar al menos una comida al día.

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De acuerdo con los datos más recientes de encuestas y organizaciones como la más reciente publicación de Así Estamos Juárez, hasta el 2018 en Juárez, la cifra de niños, niñas o adolescentes que murieron por desnutrición fue de uno, cinco menos que en 2017, aunque en suma, con casos de adultos, se registraron 52 muertes por desnutrición, dos casos más que en 2017.

Hoy se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, el cual fue proclamado en el año 1979 por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).

El objetivo es dar a conocer los problemas relacionados con el hambre, así como sensibilizar a todos los pueblos del mundo para fortalecer la solidaridad, contra la desnutrición y contra los problemas asociados.

En esta localidad, pese a que existen decenas de personas con desnutrición por la falta de alimentos, hay un sinnúmero de negocios que desperdician alimentos o en su caso los tiran en lugar de donarlos a comedores o albergues que se dedican a dar alimento a quienes más los necesitan.

Luchan por acabar con el hambre de niños de Villas de Alcalá

Debido a la necesidad que existe de dar alimento a las personas y de que muchos de los menores que habitan en la zona suroriente de Ciudad Juárez que en algunos casos sólo pueden realizar una comida al día o ninguna, José Alfredo Robles Díaz, se dio a la tarea junto con su esposa de fundar el comedor infantil Vidas en Servicio.

“Nosotros empezamos está labor hace ocho años y lo empezamos a través de que nos dimos cuenta de que muchos niños iban a la escuela sin desayunar y muchos niños hacían una comida al día y a raíz de eso qué nos dimos cuenta a través de mi hijo porque les daba su lonche a ellos, fue que nos dimos a la tarea de hacer una encuesta y de 80 niños como 70 iban sin desayunar y de ahí empezamos esta labor que nos gusta mucho y nos anima mucho cuando vemos a los niños con la sonrisa de llevar su plato de comida”, expresó en entrevista de este medio.

En el comedor se atienden a 120 niños de la colonia o fraccionamiento Villas de Alcalá. El servicio que se brinda es a diario y se dan alimentos a las 12 del medio día hasta que los menores dejen de acudir.

Los apoyos para lograr el alimento se logra en base a donaciones de la comunidad.

“Andamos tocando puertas con personas, también llega gente altruista y trae alimentos al comedor, pero también hay ocasiones donde si no la vemos difícil, ahorita por ejemplo hacen falta huevos, y demás cosas para el comedor”, indicó.

De acuerdo con Robles Díaz, hasta el momento no reciben donaciones de alguna tienda o establecimiento de comida que genere alimentos en grandes cantidades.

“No recibimos apoyo de ninguna tienda grande o ningún restaurante y si nos serviría para tener el alimento más seguro pero hasta el momento no se recibe”, aseguró.

Aún y con la necesidad la labor dentro del comedor no se ha detenido, incluso dentro de la pandemia del COVID-19.

Para prevenir los contagios, en el comedor se tomaron las medidas necesarias e incluso se optó por solo entrarles el plato de comida y que los menores se regresaran a su casa con su comida.

Actualmente en el comedor infantil Vidas en Servicio, hacen falta una serie de alimentos y artículos para poder brindar la atención a los menores.

Lo que se requiere actualmente es: huevo, papas, sopas, leche, maicenas para atoles, azúcar, aceite y verduras como chile, tomate y cebolla. También se requieren artículos de limpieza.

Quienes deseen apoyarlos pueden acudir a la calle Villa Guerrero 1594 en fraccionamiento Villas de Alcalá o bien contactarlos en el número celular 656 187 25 98.

Tiran alimentos en buen estado pese a necesidad y hambre

En recorridos realizados por El Heraldo de Juárez, se logró observar cómo algunos restaurantes, supermercados y demás negocios desperdician alimentos en buen estado en lugar de donarlos a comedores comunitarios.

Aunque en algunas ocasiones se llegan a donar a bancos de alimentos, la acción es mínima, por lo cual hay mayor desperdicio que donaciones.