Con texana, botas, camisa y guitarra en mano, el señor Manuel Amaya Balderas de 81 años, salió este domingo como todos los días desde hace 20 años ha ganarse la vida haciendo lo que le gusta, cantar.
Este 21 de noviembre, Día del Músico, nos contó lo que ha sido para él dedicarse a este oficio, del cual nunca pensó vivir, ya que de joven, cuando quería dedicarse a esto, era muy mal pagado y tenía 9 hijos a los cuales mantener.
Comentó que siempre le ha gustado cantar música norteña, sin embargo, allá de donde él es originario, de Durango, pagaban muy poco por ser músico, motivo que le bastó para buscar otra fuente de ingresos, por lo que terminó dedicándose a la obra en esta ciudad.
Después de 20 años como obrero, cuando por la edad le impedían el trabajo, fue que decidió dedicarse a lo que una vez había soñado de niño, ser músico.
“Yo solo aprendí a tocar guitarra, el trabajo aquí me fue enseñando, cómo dicen: el trabajo hace al maestro”, dijo con gracia.
El señor Manuel, sale desde temprano de su casa para dirigirse en camión hasta la zona Centro, específicamente al Mercado Reforma, donde por lo regular él acostumbra cantar.
“A veces también ando en los camiones, donde sea y me deje. Esto tiene días que baja y otros que está bien, muy pocos cooperan pero pues uno entiende que tienen sus gastos”, expresó.
Don Manuel, mencionó que sus hijos, le han comentado qué para qué trabaja, sin embargo, a él siempre le ha gustado ganarse la vida y que mejor si es haciendo lo que le gusta.
“Yo les digo a ellos que si estoy en la casa me canso y me aburro y pues si aquí me siento a gusto y lo disfruto, que más”, puntualizó.