Esta semana había bajado el flujo migratorio en Ciudad Juárez, no había personas en situación de movilidad, sin embargo, este jueves a primeras horas llegó un tren donde venían nuevamente cientos de migrantes.
Un grupo de 50 personas iba caminando por toda la zona de el bulevar Juan Pablo Segundo de Ciudad Juárez.
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La mayoría ya no camina por la orilla del río Bravo, sino cuando están cerca Border Safety Initiative marker (BSI / Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza) 36 es cuando cruzan la peligrosa calle para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Hace una semana los agentes estuvieron recibiendo a migrantes por el BSI 36, por lo que quienes van llegando ya están avisados por donde entrar a Estados Unidos, aunque estas entregas ya se consideran una entrada ilegal.
Esta mañana el río llevaba agua y sin importar las bajas temperaturas, los migrantes aún con niños se aventuraron a entrar en el agua helada para cruzar.
Un joven, llegó al río Bravo en compañía de su perro, trató de cruzar cargando a su mascota pero resbaló y cayeron al agua.
En algunas ocasiones se ha visto migrantes que intentan cruzar con mascotas, sin embargo, algunos agentes de la Patrulla Fronteriza los regresan o los dejan a la deriva de la frontera.
En algunas ocasiones las autoridades norteamericanas los reciben, pero llaman a Servicios de Animales para que ellos los resguarden.
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Sin freno, ha estado llegando gente que sin pensarlo se cruzan al BSI 36 para entregarse, pues, después de más de un mes de travesía cruzar el río Bravo, es lo más fácil del camino.
No obstante, en esta semana el Departamento de Seguridad de Estados Unidos anunció que van ocho vuelos en los que han expulsado a cientos de venezolanos hasta su país de origen, sobre todo a aquellos que no tienen una base legal para permanecer en aquel país.
