Luego de que los migrantes empezaron a despojarse de sus prendas de vestir para hacer huecos entre los alambres de púas a la deriva del río Bravo ha quedado gran cantidad de basura en la orilla y en el agua.
Ante esta contingencia de suciedad y posible contaminación, la Comisión Internacional de Límites de Aguas (CILA) ha dispuesto personal para que realicen limpieza.
Son aproximadamente entre tres o cuatro personas con rastrillos están removiendo todas las prendas que están tiradas de lado mexicano.
Uno de los trabajadores comentaba que en los momentos que se aumenta el flujo migratorio y queda tanta basura y ropa tirada acuden a realizar una limpieza.
Incluso lo hacen tanto de lado mexicano como americano y en el agua donde también queda gran cantidad de basura.
Chamarras, cobijas, botellas de agua, bolsas, mochilas, latas de comida, cepillos de dientes, cubre bocas, pañales, toallas sanitarias y hasta ropa interior es lo que dejan a su paso migrantes que cruzan a entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Por lado americano también se observó personal con chalecos y cascos levantando una excesiva cantidad de artículos y basura que retiran en trocas.
Cuando aparece la Patrulla Fronteriza hace que las personas se despojen de bolsa, cobijas y todo lo que no sea necesario y lo dejan frente al marcador de seguridad fronteriza 36.