Los rincones de Ciudad Juárez esconden cientos de historias dignas de seguir siendo relatadas y escuchadas por las nuevas generaciones, como aquella de la famosa Calle del Diablo, la cual asustaba desde los más pequeños hasta los adultos a principios del siglo XX.
Tan peligrosa, que los papás tenían prohibido a sus hijos caminar por ella, esta calle aún existe en Ciudad Juárez, sin embargo, en la actualidad pocos conocen sobre su pasado y las historias que le hicieron ganarse ese mote.
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La Ugarte antes era conocida como la Calle del Diablo
Fue entre la década de los años de 1920 y los 1930, cuando Ciudad Juárez vivió un gran apogeo gracias a la visita de cientos de ciudadanos estadounidenses, quienes venían a esta frontera para visitar los diferentes centros nocturnos, o mejor conocidos como "Cabarets".
Principalmente existía la avenida Juárez, donde había los mejores lugares, no obstante, había otras varias calles que igual eran grandes alternativas, a tal punto que en su momento Juárez era conocida como "Las Vegas mexicanas".
Sin embargo, entre todos estos lugares de la ciudad, hubo uno que de igual manera ganó una fama importante, pero debido a lo peligroso que era, a tal punto de que se le conoció como la ya mencionada Calle del Diablo, la cual hoy conocemos como la Ugarte.
En la actualidad son pocos los juarenses que recuerdan el miedo que se le tenía a este sitio las personas de aquellas décadas, pero su infama ha sido tal, que hoy en día podemos encontrar diferentes anécdotas que se vivieron aquí.
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¿Por qué conocían a este lugar como la Calle del Diablo?
´Pensar en el nombre La Calle del Diablo, haría creer que en esta ubicación ocurrieron hechos paranormales o que el mismo demonio se apareció en este rincón, no obstante, las historias de miedo a aquí se contaban, eran plenamente creadas por personas.
Entre peleas a golpes y hasta a balazos, en esta calle había una cantina barata a tan solo algunos metros distancia de la otra, por lo que estaba llena de ebrios que cometían actos pecaminosos a toda hora del día, pero principalmente por las noches.
Aquí también, era el sitio donde las mujeres que se dedicaban al sexo servicio laboraban, además de los vendedores de sustancias ilegales, razón por la que era un lugar sin ley.
Pasaron las décadas, y la fama de este sitio prevaleció hasta los 70, pero finalmente las cantinas de mala muerte desaparecieron y la calle comenzó a llenarse de negocios ajenos a la vida nocturna.
Hoy en día, la Ugarte cuenta con una activad comercial más positiva y quedan pocos recuerdos de lo que en su día fue conocida como la "Calle del Diablo".