Personas que ofrecen diversos servicios a un costado del monumento a Juárez, centro de la ciudad, se quejan de la presencia de migrantes de diferentes países de Centro y Sudamérica, mismos que han abaratado la mano de obra a niveles realmente ínfimos.
Todos los días un grupo de entre 15 y 30 personas se instalan a un costado del monumento a Juárez y de la plaza del periodista, 20 de Noviembre y Constitución, mismos que ofrecen diversos servicios como es jardinería, albañilería, plomería , limpieza en general y unos mas especializados que ofertan instalación de piso cerámico y yeso.
Manuel M., albañil con más de 20 años de experiencia, es una de las personas que diariamente acude al monumento a ofrecer su servicio, ya que por una condición medica no puede laborar en una obra de manera formal, sin embargo, realiza trabajos por su cuenta para poder llevar sustento a su casa.
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"Sí puedo trabajar, pero a mí propio ritmo, en una obra para que puedas ganar tienes que trabajar rápido y yo desafortunadamente no puedo hacerlo por una afección que tengo en uno de mis pulmones, sin embargo, mucha gente me contrata porque saben que hago buenos trabajos", refiere don Manuel.
El entrevistado refiere que de 6 meses a la fecha ha visto cómo en diferentes partes de la ciudad se instalan grupos de migrantes que también ofrecen diversos servicios, no obstante, por su situación migratoria, abaratan demasiado su mano de obra y de pasada les quitan el trabajo a la gente de ciudad Juárez.
A manera de ejemplo señala que hace dos semanas le tocó una situación donde un contratista local necesitaba 4 personas para hacer una serie de trabajos en una granja cercana a Samalayuca, trabajo que consistía en clavar estacas delimitantes del terreno y levantar un cerco que se habia caído.
Don Manuel le indicó al contratista que el trabajo costaría cerca de 1500 pesos por persona, quedando el contratista que se comunicaba con él para confirmarle si se concretaba o no el trabajo.
"Pasaron los días y ya no se comunicó conmigo, luego nos enteramos que contrató a 4 migrantes, dos salvadoreños y dos venezolanos, para que hicieran el trabajo y les pago mil pesos, 250 pesos por persona, por una jornada de trabajo de 9 horas, casi casi regalaron su trabajo estos amigos y la verdad es que mucha gente se aprovecha de su situación migratoria para abusar de ellos" , indicó don Manuel.
Al igual que como aconteció con este grupo de migrantes, hay personas que refieren que ellos cobran su trabajo con base al número de horas que van a invertir en sacar la "chamba" así como la complejidad de la misma y de ahí piden la cantidad al contratista.
Los contratistas ya saben lo que se cobra y luego llegan con los migrantes y les ofrecen la mitad o la cuarta parte de lo que cobra la gente de Juárez, tomando de manera inmediata el trabajo, ya que su necesidad los orilla a malbaratar su mano de obra.
Trabajos de jardinería y limpieza general que se cobran en 600 o 700 pesos por día, los migrantes pueden llegar a aceptar 250 pesos, y así por el estilo, todo ese tipo de trabajos que regularmente lo hacía gente de la frontera, ahora muchos contratistas optan por ocupar a gente migrante.
"Así como eso te puedo platicar decenas de ejemplos donde la gente que viene de fuera agarra cantidades muy pequeñas por varias horas de trabajo, y esto nos afecta a nosotros de manera significativa, vienen los contratistas o personas que necesitan algún trabajo y cuando les quieres cobrar lo que se debe de cobrar y que es lo que vale la chamba, se les hace muy caro porque ya habían visto a un migrante que les cobra mas barato", concluyó la fuente consultada.