Dentro de la crisis humanitaria que se vive en Ciudad Juárez por la migración, entre el desespero e incertidumbre de personas en contexto de movilidad, la sonrisa de los niños y niñas, mantienen vivas las esperanzas de llegar a Estados Unidos.
Mientras madres y padres sufren por las condiciones que viven en El Chamizal, en carpas, para los menores es como un día de vacaciones.
En el parque, desde temprano los pequeños empiezan a corretear por todo El Chamizal, pues en su inocencia poco se preocupan de la difícil situación por la que pasan.
Cuando sienten las altas temperaturas, eso no es problema para ellos, ya que corretean alrededor del sistema de riego, escapando del agua o cruzando por debajo del chorro.
Aunque sea agua tratada y sólo para riego eso no es impedimento para que los niños se mojen y disfruten de El Chamizal.
Por supuesto, el futbol, hace que se junten grandes y chicos y corretean por todo el parque con una sola pelota.
Al abordar a un pequeño, para preguntar cómo era su vida, el menor contestó, "Estamos muy felices, me gusta mucho el parque, todos los días podemos jugar y aquí vivimos".
Una de las madres de los menores contó que, tratan de hacerles el día divertido para que no sientan la desesperación de los adultos por la espera de cita de CBP One y los que esperan que se les llame a través de una supuesta lista que los mismos migrantes están organizando para cruzar de dos a tres personas por día.