Se ha iniciado una clínica de fertilidad en Ciudad Juárez, y Pedro Rodríguez Gómez, es el médico genetista que trabaja en ella. Su objetivo es apoyar a las parejas que están enfrentando dificultades para concebir, especialmente en términos de genética. Aunque los biólogos reproductivos han realizado un trabajo maravilloso ayudando a muchas parejas a tener un bebé, esta clínica se enfoca en el aspecto genético.
El punto focal es evitar que las parejas tengan un bebé sin problemas al nacer una vez que alcanzan una edad de riesgo. Además, se enfocan en parejas que ya son portadoras de alguna enfermedad, tratando de prevenir que el bebé también la herede.
La clínica cuenta con siete biólogos reproductivos, ubicados en el Hospital Ángeles. Cada uno tiene su consultorio, pero el área administrativa se encuentra en el consultorio 755 del piso 7. En donde se brinda información sobre los costos y también tienen un laboratorio de andrología donde se realizan estudios para los hombres. Además, cuentan con una psicóloga, una nutrióloga y, por supuesto, un genetista ya antes mencionado.
Para brindar a los pacientes una visión completa, ofrecen una consulta gratuita en la primera cita para aquellos que tienen problemas de fertilidad o creen tenerlos. Pueden acercarse a la clínica llamando, escribiendo a su página de Facebook o acudiendo personalmente. La doctora Laura Guerrero suele llevar a cabo la primera revisión, y si son candidatos para tratamientos de fertilidad, se les remite para discutir los costos y comenzar el tratamiento.
La información está disponible en el sitio web www.iniciarmedicinadelareproduccion.com, también se mencionó sobre la criopreservación de óvulos o la preservación de la fertilidad. Actualmente, las mujeres están postergando cada vez más el tener un bebé, procrastinando debido a la creencia de que siempre podrán hacerlo.
Sin embargo, se recibiendo pacientes de edades avanzadas en el instituto, a quienes se les ofrecen opciones como la donación de óvulos de pacientes más jóvenes. Si estas mujeres tuvieran la información a tiempo, podrían criopreservar sus propios óvulos a una edad temprana, entre los 19 y 28 años.
Los óvulos congelados pueden durar hasta 30, 40 o incluso 50 años, y cuando se descongelan, tienen la misma edad que cuando se congelaron. Esta sería una excelente opción para postergar la fertilidad y asegurar que, cuando estén listas, puedan tener un bebé con sus propios genes. Es importante destacar que esta opción solo está disponible para mujeres, aunque los hombres también pueden criopreservar su esperma.
De hecho, los hombres enfrentan menos problemas relacionados con la edad en este aspecto. Se han ayudado a pacientes con cáncer, por ejemplo, a preservar su esperma antes de someterse a tratamientos oncológicos que podrían afectar su fertilidad.