El viernes murió un hombre a golpes, quedó tirado a orillas del Río Bravo, aunque hubo desconcierto, asombro y temor entre los migrantes que están en la franja fronteriza, este sábado el flujo de personas en situación de movilidad sigue su ritmo normal como cualquier día.
Esta mañana el ambiente se tornó en relativa calma, migrantes estuvieron acostados entre los arbustos que crecen en esa zona. Incluso un grupo de migrantes no pierde su nacionalidad, pues en el matorral donde se resguardaban del sol, colocaron la bandera de Venezuela.
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Por otro lado, se aprecia que siguen llegando migrantes a esta frontera, algunos declaran que en el tren, otros caminando o en carros. Una familia de Venezuela que iba llegando esta mañana al área del Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza 40, contó que tuvieron que tomar cinco trenes para poder llegar.
Era una pareja de esposos que viajaba con su niña, todos dijeron que no estaban enterados que ayer fue asesinado un hombre a golpes a metros de llegar a Estados Unidos.
Al enterarse que corrían rumores que la Guardia Nacional de Texas fue quien lo golpeó para impedir que entrara a Estados Unidos, la venezolana opinó: “No es justo, todos somos humanos y tenemos nuestros derechos como personas; yo no sabía, pero pobre de su familia cuando se entere que lo mataron por acá, que dolor”.
La familia dijo que tenían la intención de pasar la noche en el Río Bravo, pero luego de enterarse del hecho, dijeron que tal vez buscarían un albergue o refugio donde pasar la noche, ya que viajan con su hija.