El poblado de Loma Blanca se convirtió este fin de semana en el escenario del festival "Cruzando el Suroriente", organizado por el Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez (IPACULT).
Este evento tuvo como propósito fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia de los habitantes del Valle de Juárez, celebrando la diversidad cultural de la región.
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La comunidad se unió para disfrutar de un evento vibrante que fusionó música y cultura en una celebración inolvidable. Entre las agrupaciones que se presentaron, se destacaron Elegancia Prohibida, Latitud Norte, La Máxima Banda, Southline Country Band y La Skandalosa Sonora Xtrema, quienes cautivaron al público con sus actuaciones.
Héctor Rafael Ortiz Orpinel, secretario del Ayuntamiento y representante del Presidente Municipal, Cruz Pérez Cuéllar, enfatizó la importancia de este tipo de eventos para la administración municipal.
“Acercar la cultura a todos los rincones de la ciudad es fundamental para nosotros”, afirmó durante su discurso inaugural.
Myrna Judith Barajas Martínez, directora del IPACULT, también resaltó el significado del festival, subrayando la necesidad de elevar el sentido de pertenencia en comunidades como Loma Blanca, San Isidro, San Agustín y El Sauzal.
“Queremos que todos se sientan parte integral de nuestro municipio y disfruten de la riqueza cultural que tenemos”, expresó.
Uno de los principales objetivos del festival es fomentar la unión familiar y crear espacios de convivencia que promuevan una sociedad más solidaria y empática.
Este enfoque busca no solo celebrar la cultura, sino también fortalecer los lazos entre los habitantes de la región.
La inauguración del evento contó con la presencia de diversas autoridades locales, incluyendo a Verónica Morales y Nayeli Urbina, quienes representaron a los vecinos y a la coordinación de Atención Ciudadana del Suroriente.
Su participación subraya el compromiso de la comunidad y los líderes locales con el desarrollo cultural de la región.
"Cruzando el Suroriente" no solo llevó música al Valle de Juárez, sino que también promovió un sentido de pertenencia y orgullo entre sus habitantes.
Este tipo de iniciativas son cruciales para fortalecer el tejido social, creando un espacio donde la comunidad se reúne en torno a la cultura y celebra su identidad.
En conclusión, el festival se erige como un ejemplo de cómo la cultura puede servir como un puente para unir a las comunidades, fomentar el orgullo local y enriquecer la vida social en el Valle de Juárez.