La familia Liendo, llegó el martes desde Venezuela, venían con la esperanza de cruzar a Estados Unidos, ya que les habían comentado que se eliminaría el Título 42 ayer, sin embargo, esto no ocurrió, por lo tanto, quedarán varados en Ciudad Juárez como cientos de migrantes que esperaban que para este fin de año Estados Unidos les abriera la frontera.
Su travesía duró aproximadamente tres meses y medio desde que salieron de su país natal, atravesaron la selva del Darién en cuatro días, todo con el sueño de mejorar su calidad de vida trabajando en algún lugar de Estados Unidos.
La familia venezolana está integrada por papá, mamá y tres hijos menores de edad, ayer se encontraban muy emocionados porque tenían fe, que se quitaría el Título 42.
“Duramos cuatro días en atravesar el Darién, estuvimos recorriendo todos los países, dando dinero a quienes nos pedía para dejarnos avanzar, al llegar a México, sacamos nuestro permiso como familia, no batallamos nada, migración nos recibió, esperamos una hora y salió todo bien y nos venimos”, dijo la madre venezolana.
A diferencia de lo que han contado varios venezolanos, la familia llegó a Ciudad Juárez, sin ningún problema en autobús, no hubo extorción, ni paradas incómodas en el camino.
El pasado 24 y 25 de diciembre les tocó viajar en autobús y así fue como pasaron Navidad, cuando en años pasados lo hacían en familia y abriendo regalos para los niños, para fin de año, la familia Liendo, esperaba estar dentro de Estados Unidos, sin embargo, ahora existe desconcierto e incertidumbre, con la extensión del Título 42 y desconocen siquiera donde pasarán la noche, ya que ellos tenían sólo 3 mil dólares para llegar a esta frontera y ya se lo gastaron a lo largo del camino.
“Queríamos pasar el Año Nuevo dentro de Estados Unidos, pero de no ser así le damos gracias a Dios porque estamos juntos, logramos salir con bien de la selva, después de cruzar 21 ríos con mucha corriente donde quedan separadas tantas familias”, contó la venezolana.
La madre de los Liendo, comentó que están a la mano de Dios, porque ya no tienen dinero, no conocen la ciudad y su destino les tiene la puerta cerrada, ahora sólo les queda buscar un lugar donde acampar, porque sólo conservan su carpa.
