Elvis, es una persona en situación de movimiento, que desde hace dos meses llegó a Ciudad Juárez buscando mejorar su vida, la de su esposa e hija y deja en manos de Dios su destino.
Al cuestionarle, cuál era su expectativa de vida o dónde le gustaría establecerse, el haitiano contestó que el asentarse en México o emigrar a los Estados Unidos, sólo señaló con su dedo hacia el cielo.
“Sólo Dios decidirá en dónde debo quedarme, yo no sé”, exclamó con dificultad para comunicarse.
Él y su familia están albergados en casa de un amigo y para ganarse la comida, hace una semana se unió a un comerciante que le dio trabajo vendiendo sodas y aguas frente a catedral.
Elvis para poder llegar a esta frontera tuvo que invertir todo su dinero, pues pagó un par de vuelos en avión de entre 400 y 700 dólares, dentro de México también se movilizó en camiones hasta detenerse en Ciudad Juárez.
Actualmente, él y su familia se encuentran en situación de vulnerabilidad, pues comenta que no siempre tienen la posibilidad de llevar alimento a su familia.
“Hay días que tenemos comida y otras que no tenemos nada que comer, hay veces que pasan días sin comer”, contó.
Al estar por días sufriendo sin alimento ese le cuestionó, si en su país natal estaría mejor, de inmediato respondió que está mejor en México.
Aunque reconoce que siente un poco de miedo por la violencia que se suscita en Juárez, afirmó que está mejor aquí que en su país, pues aquí tiene la posibilidad de encontrar un trabajo y dar sustento a su familia, cosa que, en Haití, jamás iba a tener.
“Sí estoy mejor aquí, se puede buscar servicio para trabajar, sí me gusta Juárez”, expresó el originario de Haití.
Hasta el momento, el haitiano no ha buscado la manera de cruzar a Estados Unidos, ni ningún tipo de asesoramiento jurídico para solicitar al vecino país asilo político.