Diversos arroyos son los que desembocan sus aguas negras en el Río Bravo, lo cual está causando un daño ecológico al suelo, aire y fauna.
En un recorrido que dio El Heraldo de Juárez, se pudo observar cómo a lo largo del Río Bravo, hay una gran cantidad de arroyos que desechan estas aguas residuales -provenientes del mal alcantarillado- al río.
Estas aguas provienen en su mayoría del norponiente de la ciudad, donde desde hace años, se ha tenido un pésimo servicio de drenaje y alcantarillado, los cuales a cada momento colapsan.
Uno de los arroyos principales es el que se encuentra entre la calle Valle Coronado del bulevar Bernardo Norzagaray, ya que por ahí, bajan aguas negras de la presa La Conquista.
Otro punto es entre la calle Nadadores a unos escasos metros del bulevar Bernardo Norzagaray, y otros más en la calle Zapotlán en la colonia Franja Sara Lugo.
El arroyo de Las Víboras, es otro punto de descarga, y es importante resaltar que no solo de aguas negras sino también de basura, además de otro derrame más que se encuentra en la avenida Heroico Colegio Militar a la altura de la Presidencia Municipal.
Siguiendo el recorrido por lo largo del límite con Estados Unidos, se pudo observar como aves se encontraban sumergidas sobre este río alimentado de aguas negras casi en su totalidad, lo cual también genera olores fétidos.