Estudiantes de la carrera de Técnico Superior Universitario (TSU) en Procesos Industriales de la Universidad Tecnológica Paso del Norte (UTPN) han creado un innovador sistema para convertir plástico PET en placas para techos, estas serán destinadas a viviendas en la zona norponiente de Ciudad Juárez.
El proyecto, desarrollado por el grupo PIM51, incluye tres estaciones clave: una trituradora, una extrusora y una termoformadora. El proceso comienza con la reducción del plástico reciclado a pequeñas partículas, que luego se funden y se moldean en placas del tamaño de una hoja de triplay, de 240 por 120 centímetros.
Los estudiantes de quinto cuatrimestre diseñaron los prototipos de los equipos, fabricaron bases y soportes, y adaptaron motores, bandas, poleas y transmisiones. Muchos de estos componentes fueron recuperados de electrodomésticos y maquinaria en desuso.
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Actualmente, el proyecto está completado en un 80%, pero queda pendiente montar un par de resistencias necesarias para calentar el plástico y facilitar su procesamiento antes de que se endurezca. Los estudiantes confían en concluir el ensamblaje en breve.
Este proyecto no solo constituye el trabajo final de la asignatura Integradora, sino que también forma parte del Nodo de Impulso a la Economía Social y Solidaria (NODESS). Esta iniciativa cuenta con la colaboración del Centro de Innovación e Integración de Tecnologías Avanzadas (CIITA) y la asociación civil Villa Integra.
Cristal Denisse Soledad Campa, una de las alumnas del equipo, destacó que la construcción de la trituradora requirió aprender a cortar y soldar metal, además de manejar herramientas pesadas. “Fue un proceso de prueba y error. Inicialmente queríamos adaptar una mezcladora, pero tuvimos que cambiarla por una tina de lavadora, a la que agregamos materiales para darle más fuerza. Aprendimos a medida que avanzábamos”, explicó.
Óscar Adrián Carmona Olea, quien participó en el ensamblaje de la extrusora, comentó sobre los desafíos enfrentados. A pesar de las dificultades iniciales con el motor, recibieron ayuda de compañeros de Mecatrónica, lo que les permitió superar el obstáculo. “El motor fue complicado de adaptar, pero con ayuda, logramos ponerlo en funcionamiento. Estoy satisfecho con el resultado”, afirmó.
Irving Josafath Simental Vázquez, miembro del equipo de la amoldadora, resaltó otro desafío importante: aprender a trabajar en equipo y bajo presión. “Coordinarse y trabajar juntos fue un reto. Poner en práctica los conocimientos básicos adquiridos fue crucial para el éxito del proyecto”, concluyó el aspirante a ingeniero industrial.