"La trata de personas es un delito y pecado horribilísimo, quienes se dedican a ello flagelan a toda la humanidad, ya que le roban la dignidad a sus víctimas, es urgentísimo atender esta problemática", señaló el obispo de la diócesis de Juárez José Guadalupe Torres Campos.
Al concluir la ceremonia eucarística en el templo de San Judas Tadeo, Torres Campos abordó este tema, mismo que afecta a esta frontera desde varios meses atrás.
"Hay que decirlo con toda la crudeza y seriedad que el tema amerita, es una variante del crimen organizado y hay personas que medran con la dignidad humana", agregó el jefe de la grey católica de nuestra frontera.
Torres Campos señaló que recientemente acudió al encuentro Nacional de Movilidad Humana y ahí se abordó el tema de migrantes y de trata de personas.
"Es un tema delicadísimo y urgentísimo de atender, desde el punto de vista de la prevención y atención integral, al problema que desafortunadamente ha ido degradando con el paso del tiempo y se está volviendo más grave aún", señaló Torres Campos.
Indio también que parte de la gravedad que reviste este delito, y pecado a la vez, es que quienes lo ejecutan, los polleros, le quitan la dignidad a sus víctimas y hacen hasta lo indecible con ellos.
"Es un pecado que clama al cielo, tenemos informes de nuestras pastorales que atienden migrantes y nos narran por lo que pasan estos hermanos nuestros, es algo hiriente y flagelante lo que les hacen estas personas que se dedican al tráfico de personas", señaló el obispo de la diócesis juarense.
Torres Campos hizo un llamado enérgico a aquellos que se dedican a esta ilícita actividad para que dejen de hacerlo y al mismo tiempo vuelvan al Señor Jesús.
"Por favor dejen de lastimar a la gente y a la sociedad, vuelvan al Señor y arrepiéntanse de ese pecado tan deleznable, hago un llamado a su conciencia para que dejen de hacer lo que están haciendo", finalizó el prelado.