Adabrisia Hernández, es maestra desde hace 28 años, su mayor satisfacción dentro de su profesión es encontrarse a sus alumnos ya adultos y ver que se han convertido en personas de bien para la sociedad o que cuentan con alguna profesión.
Este tiempo frente a grupo, la maestra comentó que han sido muy bonitos, ya que cada alumno le deja algo lindo.
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“Desde que era niña siempre dije que iba a ser maestra, al principio quería enfocarme a trabajar con niños de preescolar, por alguna situación me quedé con clases de primaria y aquí estoy”, platicó la maestra de la primaria Abraham González.
Anteriormente trabajó en guarderías, preescolar e incluso dentro de un albergue del DIF.
Cuando inició en primaria tuvo grados de primero y segundo, luego tercero por varios años y actualmente imparte clases en cuarto grado de primaria, siendo este el que más le ha gustado.
Este Día del Maestro, contó que siempre sus alumnos y alumnas la llenan de felicitaciones y regalitos.
“Me han regalado de todo, chocolates, galletas y todo me ha gustado, algo que más me ha gustado son las cartitas que ellos me escriben”, comentó entusiasmada de recordar cómo la celebran sus estudiantes.
Lo más difícil que ha pasado como maestra es encontrar niños y niñas con situaciones que ellos no pueden arreglar, ya sea conducta o barreras de aprendizaje.
“No podemos nosotros hacer nada, aunque queramos ayudar, eso es lo más difícil que pasa un maestro”, dijo Adabrisia.
