Los migrantes venezolanos tras ser retirados del bordo del río Bravo, han decidido estar apostados por la zona Centro, los grupos más grandes –de 5 a 6 personas- se aprecian en la Plaza de Armas, en el Atrio de Catedral y justo donde están las letras Cd. Juárez, en la calle Ferrocarril y 16 de Septiembre, así como al exterior de la mayoría de las tiendas de conveniencia en el Centro Histórico.
Respecto al tema el director del semanario Presencia de la Diócesis mexicana de Ciudad Juárez, Eduardo Hayen Cuarón señaló que “si nos han llegado ciertas noticias y es muy lamentable que eso suceda, la ciudad ahorita está sobre bordada de migración, esto pues nos interpela a todos cada quien puede hacer algo por mejorar la situación por ejemplo ayudarles en cualquier necesidad”.
La presencia de estas personas no es el problema, el comportamiento que estos tienen entre ellos y el acoso que hacen a las mujeres que transitan por el Centro, está ocasionando molestia entre la ciudadanía y los comerciantes.
En relación a las quejas constantes y que van en aumento, la ciudadanía espera que de alguna manera se les haga saber que están generando un ambiente de preocupación en un área que se ha dicho es peligrosa para las mujeres en sus distintas edades.
Al respecto el párroco añadió que, “exhortamos a todas las personas migrantes a comportarse de una manera que no se ofenda a nadie, el acoso sexual, las agresiones verbales en la calle, ofenden siempre la dignidad de las personas estamos llamados siempre a luchar y combatir eso”.
Al cuestionarle si se realmente se han hecho acciones para mantener un espacio seguro para todas las féminas, Hayen Cuarón comentó, “si claro tenemos bastante vigilancia presencia policiaca, gracias a Dios el Centro ha sido limpiado por nuestras autoridades y eso favorece mucho el ambiente en toda esta zona”.
Por su parte los propietarios o encargados de los negocios sobre todo de la avenida Lerdo e Ignacio Mejía, se muestran alarmados por que ya son dos las ocasiones en las que se ve pelear a migrantes por alguna limosna después de intentar limpiar el parabrisas o hacer alguna dinámica en el crucero.
Añaden también que la clientela muestra preocupación por que los venezolanos rodean sus autos en espera de ayuda económica y los han observado acosar a las mujeres que pasan por el lugar, les piden una moneda o hasta piropos e incluso las siguen un buen tramo, por lo que esperan que las autoridades actúen para evitar problemas mas fuertes.