La posibilidad de tener un hogar propio que brindarle a su menor de dos años, era un sueño que veían retirado Jaqueline y Jesús, sin embargo, pudieron verlo hacerse realidad este martes gracias al Club Rotario Campestre.
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Fue entre las calles San Gabino y Domingo de León Olvera de la colonia San Isidro, que está familia recibió las llaves de su nuevo hogar, esto luego de haber vivido en un cuarto de madera en la casa de los padres de Jesús.
“Yo sí veía muy lejos esta posibilidad, porque pues somos muy jóvenes y a lo mejor sí nos apresuramos con la niña, pero yo sí pensé: ¿qué vamos a hacer?, ¿cómo vamos a lograr tener una casa?. Por eso le agradezco mucho a Dios que nos puso a estas personas”, expresó la joven de 18 años.
En el rostro de cada uno, se reflejaba la felicidad de poder tener ahora su nueva casa, la cual, comenzarían a habitar la misma tarde de este martes.
“Estamos muy felices porque vamos a estar ya como una familia, ya en una casa. Yo me siento muy feliz y más que por mí, por mi hija que ya va a poder tener su espacio, correr. Estamos muy felices la verdad”, expresó la madre de familia.
Jesús, de 20 años, comentó que él se acercó con una señora que acababa de recibir su casa, para ver si él podía meter papelería y así ser beneficiado, resultando positiva la respuesta. El joven, actualmente es ayudante de un soldador.
Ema Leticia Mendoza, presidenta del Club Rotario Campestre, mencionó que su insignia es la de construcción de casas, para lo cual siempre es de buena ayuda el apoyo de los juarenses.
“Nosotros estábamos construyendo una casa y se acercó el joven, fuimos a su casa y vimos que la tenían muy limpia a pesar de ser una casa de cartón y fue que decidimos hacer posible esta acción”, expresó.
Mencionó que esta insignia comenzó en la Carlos Castillo Peraza donde se tienen la mayor cantidad de casas, actualmente esta última , es la número 48.
Mendoza, platicó que esta casa tiene una medida de 40 metros de construcción y consta de dos cuartos grandes, una pequeña cocina y un baño, y de la cual ellos no pagan ni un solo peso. Asimismo la casa contaba con muebles indispensables como la cama, comedor y refrigerador.
“Son casas prefabricadas, nos las envían de Denver, Colorado. Son estilo americanas. Nosotros las importamos y aquí las construimos”, dijo.
Finalmente, mencionó que la satisfacción es mucha, ya que el solo hecho de que alguien tenga un hogar, cambia la vida.
