Este quinto domingo de Cuaresma, o también llamado “Domingo de Pasión”, se invitó a los juarenses a ayudar a los “muertos de corazón”, es decir apoyar a quienes ya no sienten motivación alguna para seguir.
El director del semanario Presencia de la Diócesis mexicana y representante de Catedral en Ciudad Juárez, Eduardo Hayen Cuarón, señaló que el mensaje a los fieles católicos en la homilía, fue tomado del Evangelio de San Juan, capítulo 11, versículos del 1 al 45 (Jn 11, 1-45).
“Lázaro resucitó de entre los muertos, pero la resurrección de Lázaro fue sobre todo del corazón, lo importante de resaltar es que se puede resucitar el corazón y todos estamos llamados a eso y también a ayudar a resucitar el corazón de los demás”, resaltó el párroco.
“El arrepentimiento de los propios pecados es lo que podemos hacer en este tiempo de Cuaresma, en esta quinta semana, ya estamos hablando más fuerte del sacramento de la confesión y es importante que acudamos los católicos en estos días, hay podemos resucitar el corazón”, subrayó Hayen Cuarón.
Con acciones como el perdón de la deuda si está al borde de la muerte el deudor, realizar la visita si nuestro familiar está en un asilo o solo, simplemente con una plática si el otro se encuentra deprimido, se puede ayudar a los muertos de corazón.
“Si Lázaro resucitó, es una esperanza para todos nosotros, también podemos resucitar el corazón de los demás, Jesús mandó a sus apóstoles, curen a los enfermos y resuciten a los muertos, quiere decir, que ayudemos a la gente que está pasando por momentos de crisis y que no pueden ni siquiera orar”, dijo el párroco.
La Iglesia Católica este 26 de marzo celebra el Quinto Domingo de Cuaresma, donde el relato corresponde a la resurrección de Lázaro, primicia de la resurrección de Jesús y, en consecuencia, de la “resurrección del último día” (Jn 11, 24). El Señor, quien hacía poco había abierto los ojos a un ciego de nacimiento, va al encuentro del hermano de Marta y María, Lázaro, su amigo cercano, quien está gravemente enfermo. El Evangelio es muy claro en señalar cuánto amaba Jesús a estos tres (Jn 11, 5).
Finalmente los fieles católicos escucharon el mensaje y salieron motivados a hacer un poco más por todos aquellos afligidos, sobre todo quienes han perdido un ser querido y no logran encontrar consuelo para seguir con su vida.