El flujo de cruce de migrantes a los Estados Unidos a través del río Bravo, se ha reducido en los últimos días, sólo se ha podido observar personas que cruzan de dos o tres o familias pequeñas que llevan a sus hijos con ellos.
Sin importar los riesgos que representa llegar a la vecina ciudad, las personas en situación de movilidad siguen entregándose a las autoridades americanas para esperar su proceso migratorio de asilo político.
Al disminuir el cruce de masas, es posible observar en una hora dos personas que han llevado en carro a migrantes hasta el bordo fronterizo para que puedan cruzar.
Incluso, hay personas que están grabando el momento en el que empiezan a atravesar el río y las van siguiendo con el celular hasta que llegan a Estados Unidos y son detenidas por la patrulla fronteriza y en ese momento hacen su retirada.
Este suceso ocurrió cuando la Guardia Nacional, que custodia la franja fronteriza se retira, al igual que patrullas municipales no se encuentran en el área por donde están entrando los migrantes, que es a un costado del puente negro.
Los cruces han sido de tal magnitud que, del lado estadounidense ya se ha instalado desde hace días carpas provisiónales para resguardar a los migrantes que esperan más de 24 horas para ser trasladadas a centros de procesamiento.
También se han colocado sanitarios portátiles y vallas con números para que los migrantes seguramente, se muevan de manera ordenada, así como cordones preventivos para que no se movilicen del área.