En este Día Internacional de la Mujer, nosotros, los obispos de México, queremos compartir un mensaje de esperanza y reconocimiento hacia todas las mujeres que, con su invaluable contribución, enriquecen la vida de la Iglesia y de la sociedad.
Como nos recuerda el Papa Francisco: «da Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones» (Evangeli Gaudium, 103).
Este reconocimiento se fundamenta en la Sagrada Escritura, donde encontramos numerosos ejemplos de mujeres valientes, sabias y fieles, como María, Madre de Jesús, María Magdalena, Judit y Ester.
En el contexto actual de México, marcado por desafíos sociales, económicos y políticos, es crucial reafirmar el papel esencial de la mujer en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria.
Como nos enseña San Juan Pablo I1 en su carta apostólica Mulieris Dignitatem, «la mujer tiene un papel único y decisivo en la vida, no solo de la familia, sino también en la de la entera sociedad» (n. 29).
Alentamos a todas las mujeres a seguir el ejemplo de María, quien con su «Sí» al plan de Dios, se convirtió en madre y discípula, mostrando así el camino de la fe y el servicio.
Como afirma el Concilio Vaticano II: x Así como la mujer tuvo en María un excelso ejemplo de la mujer redimida y liberada, así el Pueblo de Dios tiene en ella un modelo permanente de discípula y misionera (Lumen Gentium, 65).
Hacemos un llamado a toda la sociedad mexicana a valorar, respetar y promover la dignidad y los derechos de las mujeres, superando toda forma de discriminación y violencia.
Como nos recuerda el libro de Génesis: «Dios creó al ser humano a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó» (Gn 1, 27). Esta igualdad fundamental debe traducirse en oportunidades equitativas en el ámbito laboral, educativo, político y eclesial.
Encomendamos a todas las mujeres a la protección maternal de la Virgen María de Guadalupe, y pedimos al Espíritu Santo que siga suscitando en ellas los dones de fortaleza, sabiduría y caridad, para que sean fermento de transformación en nuestra patria con nuestra bendición y gratitud.
"Las mujeres, con su perspicacia y generosidad, con su tendencia a la mediación en lugar de a la confrontación, con su mayor capacidad para la acogida, el diálogo y la misericordia, son portadoras de paz, de renovación", Santa Teresa de Calcuta.
Mensaje de los Obispos con motivo del Día Internacional de la Mujer 2024.