En punto de las 12:45 de la tarde del lunes, el cuerpo de Ada Ophir Hurtado Mares partió de la Funeraria Perches en una larga caravana hasta donde será su última morada, en el panteón Recinto de la Oración.
Familiares y amigos asistieron al cortejo fúnebre de la joven madre que la semana pasada perdió la vida tras casi dos semanas de agonía, ante las lesiones que le dejó la explosión registrada el 7 de octubre en la colonia El Barreal.
Los restos de Ada salieron de la Capilla 1 para abordar una carroza en color blanco, la cual era seguida por sus hermanos, demás familiares y amigos que desde el pasado domingo estuvieron velando su cuerpo para darle el último adiós.
Desde ese mismo día, Roberto Hernández, hermano de Ada, invitó a la ciudadanía para que los acompañaran en despedir a su hermana, ya que ella era muy querida por muchas personas y su caso cobró gran notoriedad entre los fronterizos.
Visiblemente afectado, agradeció todo el apoyo y recordó a Ada como una mujer humilde, bondadosa, dispuesta a ayudar a los demás y una gran madre, que ahora deja a sus cuatro hijos, por una negligencia de una empresa como Gas Natural del Norte, a quienes ellos responsabilizan.
Sin embargo, a casi un mes de esta terrible explosión, las autoridades siguen sin presentar el peritaje realizado por Protección Civil Municipal y Fiscalía de Distrito en al Zona Norte, en el que se habrá de determinar si fue o no responsabilidad de Gas Natural.
Ahora las familias afectadas desconfían de las mismas autoridades municipales y estatales ante el temor de que se “amañe” la investigación, por lo que seguirán insistentes en las denuncias y demandas contra dicha empresa.