Este sexto domingo de pascua, el mensaje en el Evangelio (Jn 14, 15-21) dice: Jesús dijo a sus discípulos: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”.
“Hoy el Evangelio es muy bello, es la promesa de Cristo sobre el envío del Paráclito de aquel consolador, cuando el señor nos dice si me aman cumplirán mis mandamientos, es un amor incondicionalidad, si tú me amas yo permanezco en ti”, mencionó el vicario Arturo Martínez Hernández.
“Jesús usa esta misma expresión, si me aman cumplirán mis mandamientos es importante que los mandamientos vividos a semejanza de Cristo no son un yugo, ni son algo pesado, para nosotros los católicos vivir los mandamientos es un gesto de amor tanto para que los que nos rodean como para nosotros mismos”, agregó el sacerdote.
Dice el señor en su palabra, les enviará el padre otro consolador el primer consolador que va a estar a nuestro lado es Jesús, el hijo de Dios, él es nuestro primer intercesor, abogado y que no nos abandona, es el primero en ser enviado del padre para consolar nuestros corazones. Este amor de condición nos envía como fruto al Espíritu Santo y es aquel de quien dice el señor no volverán a estar solos, comentó Martínez Hernández.
“No estar solos es importantísimo para nosotros los católicos, en nuestros tiempo cuando muchas de las veces estamos en la soledad de un hospital, cuando estamos en la soledad en nuestra casa, cuando ya nuestros seres queridos ya no están, sepamos muy bien que el consolador, el que fortalece nuestra alma, él paráclito, el prometido del padre estará en medio de nosotros”, detalló el vicario en cada misa.
Pero de toda esta reflexión, lo principal que tiene que surgir es la pregunta ¿yo como reflejo al espíritu santo en medio de la comunidad, en medio de mi escuela, en medio de mi trabajo? porque es muy fácil decir que amamos a Dios, que el Espíritu Santo está en nosotros, pero lo ponemos en obras concretadas?, cuestionó, ¿Como tú reflejase al espíritu santo en medio de esta sociedad tan pervertida?, insistió el párroco a los fieles católicos.
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“Acuérdense las propuestas del mundo es no sufras, vive el momento, de desenvuelve disfruta todo lo que te ofrece el mundo pero no todo es lícito, podemos agarra todo pero no todos nos es lícito solamente una cosa es lícita para el hombre, para el que sigue a Jesús es aceptar en su corazón que la salvación nos viene de Cristo Jesús el único salvador, el único mediador entre los hombres”, enfatizó Martínez Hernández.
Finalmente el párroco invitó a los fieles católicos a que en esta semana se esfuercen verdaderamente para reflejar a Cristo en el Espíritu Santo que mora en cada uno de nosotros, que hagamos palpable con obras más concretas, dice Mateo 25, cuando me atendiste a mí en el pobre, en el desamparado, en el migrante, en el huérfano lo hiciste conmigo”, concluyó.
