Acuden decenas de feligreses a la ceremonia eucarística del obispo emérito, Don Renato Ascencio. “Hoy, está en su catedral que fue durante 20 años, 20 años obispo de esta Diócesis. Estamos entre la tristeza de su partida, pero también, entre la esperanza a la nueva vida”, expresó el obispo José Guadalupe Torres.
Durante su discurso y frente a sus tres sobrinos y hermano, el obispo, reafirmó el gran cariño que le tenia el pueblo juarense, quien en este día, lo despidieron con profunda tristeza y agradecimiento.
- Te puede interesar: México, el país más peligroso para ser sacerdote en América Latina
“El inicia la vida eterna, donde no habrá dolor, ni tristeza, ni muerte. Es lo que se nos anuncia y nos llena de esperanza, una vida con Dios y para Dios, porque no descansaremos hasta descansar con Dios y él ya está con Dios”, resaltó.
Asimismo, lo describió como un hombre generoso, fiel, entregado e hijo de Dios.
En esta misa, efectuada en La Catedral, se recordó los más de 20 años que Don Renato estuvo al servicio de la Diócesis y comunidad juarense. Así como también, su trayectoria sacerdotal.
Las cenizas del obispo emérito estuvieron presentes durante esta celebración, sin embargo, serán llevada nuevamente a su casa, León Guanajuato, donde falleció.
Don Renato fue el tercer obispo de esta ciudad, seguido del señor obispo, Juan Sandoval Iñiguez.
“Lo recordamos mucho y que bueno que hoy esté con nosotros. Nos enseñó su cercanía, su amor, su presencia, su carácter que imponía. Un gran maestro”, describió el obispo al terminar su discurso e invitar a los feligreses a unirse en oración por su eterno descanso.