Comercios que se encuentran en el bulevar Bernardo Norzagaray, frente al bordo fronterizo donde se encuentra el campamento de los migrantes venezolanos, están haciendo negocio con la crisis migratoria.
La falta de agua, sanitarios y electricidad que están careciendo cientos de migrantes que se encuentran esperando una oportunidad para entrar a Estados Unidos, dio oportunidad de un ingreso extra a estos negocios.
Una desponchadora y un carwash, son los negocios que les han abierto las puertas para que puedan entrar a utilizar el baño y cargar sus celulares, sin embargo, no de manera gratuita.
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Desde primeras horas del día, un venezolano es el encargado de acercarse al carwash para empezar con la limpieza del baño, al que acuden durante el día cientos de migrantes.
A la par, otro de los migrantes se encarga de instalar extensiones eléctricas y conectar los multicontactos, donde estarán cargando los teléfonos móviles.
A partir de las 9:00 horas del día, empiezan los migrantes a atravesar la calle, en la que ponen en peligro su vida, para apartar lugar ya sea para el baño o cargar el celular.
Aunque estos servicios les facilitan la vida, no son gratis, pues al usar el baño tienen que pagar una cuota, si se van a bañar tendrá que pagar 10 pesos, si van a utilizar el sanitario son 5 pesos por persona.
Para los que van a conectarse al tomacorriente se les hace un cobro de 5 pesos y tendrán derecho a dejar ahí su celular hasta que complete la carga de 100 por ciento.
También hay un joven venezolano que se encuentra cortando el cabello en la calle a un lado de la desponchadora, para que pueda utilizar la electricidad para su máquina, debe pagar 100 pesos diariamente.
Ambos negocios ofrecen trabajo a los migrantes venezolanos, ya sea lavando carros o cambiando las llantas de los clientes, sin embargo, ninguno de los que están trabajando, accedió a compartir su experiencia o la cantidad de salario que obtienen, tampoco los propietarios de los negocios dieron la cara, pues en ambos negocios nunca se dejaron ver durante la mañana.