A unos cuantos metros del Río Bravo, a la altura del bulevar Bernardo Norzagaray y calle Oro, se encuentra el comedor Mirando Alto, el cual brinda alimento a más de 150 migrantes que utilizan este camino para intentar cruzar de forma ilegal a los Estados Unidos.
El señor Gabriel García, quien lleva con este comedor desde hace más de 20 años, comentó que desde hace algunas semanas se ha tenido un mayor incremento de personas haitianas, ya que son los que cruzan frecuentemente.
“Ellos no llegan a pedir refugio, la mayoría de los que llegan es para comer y después cruzarse y llevar algo de alimento en la panza”, señaló.
Aunque dijo que también llegan migrantes de otras nacionalidades como Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala que viven cerca del sector y están desempleados o en espera de poder cruzar.
Este comedor sobrevive de productos y alimentos que la iglesia y juarenses ofrecen. Sin embargo, esto a veces no es suficiente debido al número de platillos que se dan de lunes a viernes después de las 11:00 de la mañana.
Requieren apoyo
El señor García, pidió el apoyo de la comunidad con alimento, ropa para todas las edades, algún televisor o estufa que la gente ya no necesite.
“Ya ahorita no tenemos comida, a veces sí nos llegan buenas despensas pero a veces no. También estamos pidiendo el apoyo con una televisión porque a veces queremos ponerles alguna película cristiana mientras comen”, expresó.
Asimismo, también pidieron el apoyo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, para que se reconecte el agua de un parque aledaño al que ellos acudían por agua para la preparación de alimentos.
Ahora, su ayudante, un señor de aproximadamente 60 años, tiene que ir en su bicicleta a otro parque a llenar botes.
“Necesitamos mucho de el agua porque pues con qué preparamos los alimentos y está pesado pues acarrear los botes de otro lugar, y más con este calor. Pero aún así, aquí no falta el alimento”, expresó.