El luchador juarense Takeda lamentó en redes sociales la muerte de su hija, Vianey Galván Sandoval y su yerno, el comandante del Grupo de Operaciones Tácticas de la Fiscalía Zona Norte, Emmanuel Ezequiel Ortíz Fierro, quienes fueron asesinados la mañana del domingo.
Destacó que dejaron huérfano a su nieto de 9 años, quienes requiere de cuidados especiales, tiene autismo.
En su publicación, el luchador Takeda destacó como era su hija y dijo estar agradecido por las enseñanzas que le dio.
“Al abordar ellos su camioneta por la mañana fueron emboscados por varios sicarios a bordo de dos vehículos, donde mi yerno (quien fue el blanco) le dieron más de 40 impactos matándolo casi al instante. Mi hija Vianey alcanzó a esquivar las primeras rafagas y al bajarse de su troca y al intentar darle auxilio a su esposo. Su madre al escuchar el peligro en el que estaba su hija salió a intentar rescatarla.
Pero los sicarios se regresaron para eliminarlas al verlas tratar de rescatar a mi yerno
Pero el esposo de la madre de mi hija al ver que los sicarios se regresaban
Les gritó que corrieran. Pero ya era demasiado tarde.
Los asesinos le abrieron fuego a 2 inocentes desarmadas madres.
Mi hija al ver a su madre sin protección, la tackleó al suelo y la escudo con su cuerpo
Recibiendo los impactos que le arrebataron su vida (uno en su cabecita)
Su madre nomás recibió 3 impactos de bala en su pierna izquierda.
Los asesinos aun soltaron otra rafaga a la dirección del esposo de la madre de mi hija (sin éxito)
Quien estaba parado cerca de la puerta de la casa donde estaba parado mi nieto, milagrosamente no le pasó nada, los impactos pasaron a su alrededor.
Jamás había sentido tanto odio e impotencia como el que sentí ese día”, publicó Takeda.
“Les contaré un poco de cómo era ella, para los que no la conocieron. Fue Licenciada en Derecho pero por cuidar a su hijo de cuidados especiales (Autismo) se dedicó a él y al hogar, por las tardes llegaban varios perritos y gatitos callejeros a buscarla. Porque les daba de comer, salía y los acariciaba y les platicaba y a pesar de ser perros y gatos, les daba de comer juntos y no se peleaban”, mencionó.
“Le doy gracias a nuestro Dios, todopoderoso por haberme dado una hija tan maravillosa que tanto me dio y que tanto me enseñó con una simple sonrisa que siempre estaba llena de amor.
Que En Paz Descansen mis hijos, nunca los dejaré de amar, cada instante mi amor por uds crece”, finalizó.